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Publicado por
MANUELA BODAS PUENTE
León

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PORQUE NO puede ser fría la sangre que solidariamente se vierte en las bolsas de vida que se recogen tanto en la sede de la Hermandad de Donantes de Sangre como en la Unidad Móvil que recorre nuestra hermosa provincia de León. A sangre caliente no han de ganar otros pueblos a Veguellina de Órbigo que tiene una importante cita para donar el extraordinario líquido rubí del que emana la vida, el 21 de septiembre de 2003. Dar la enhorabuena a nuestro flamante y distinguido Delegado Local, Santiago Mansilla Ariño, galardonado con la placa al Mérito Nacional a la Donación Altruista de Sangre en España 2002, entregado en el Auditorium de Zaragoza, el tres de Mayo de este 2002, con motivo de la celebración del Día Nacional del Donante de Sangre, por su solidaria dedicación a la Hermandad de Donantes de Sangre y a todo lo concerniente y vinculado al líquido tesoro rojo. Santiago Mansilla, es bien conocido en Veguellina y aledaños por su gran labor como Delegado de la Hermandad de Donantes de Sangre de León. Siempre en la brecha sobre todo para involucrar a jóvenes que se impliquen en la donación de sangre, incidiendo continuamente en la falta del divino líquido. Sus palabras se centran en la escasa cantidad de sangre que hay, comparando con la que podría haber si por lo menos hubiese el doble de donantes, que por otro lado tampoco serían tantos, en base a que actualmente solo cuatro de cada cien personas con posibilidades de donar, son realmente donantes. Increíble pero cierto. Triste pero verdad. Inconcebible pero real. A sangre caliente no podemos matar a la muerte, si no tuviésemos suficiente diamante rojo. Y que conste que no tenemos suficiente por falta de decisión o por miedo. Pero todo el mundo en edad y condiciones de donar, debe plantearse la posibilidad de acercarse cuanto antes a donar el líquido elemento. No debemos esperar a comprobar por nosotros mismos que no podemos ser intervenidos quirúrgicamente, pongamos por caso, por no haber suficiente sangre. No pensemos ya en cuando lleguemos a esa edad tercera o cuarta (si el destino así nos lo tuviera designado), donde la sangre se hace indispensable cuanto menos para tener una mejor calidad en la enfermedad. No dejes para mañana la sangre que puedas donar hoy, acércate a dejar tu sangre caliente a buen recaudo. Llama a la puerta de la Hermandad de Donantes de Sangre y sírvete una dosis de solidaridad. Dale caña de la buena a tus venas y rompe las cadenas del miedo.