La empresa ha doblado el número de plazas para atender la demanda

El servicio ferroviario comenzó a funcionar el pasado mes de mayo con una única unidad denominada Apolo, de sesenta plazas sentadas. Sin embargo, el creciente número de usuarios «y el entusiasmo con que se recibió desde el principio la reanudación de la línea», según Feve, han obligado a doblar el número de asientos. La compañía ha contabilizado hasta 150 peticiones en días puntuales de fiestas o fines de semana, aunque la mayoría de los usuarios no realizan el trayecto completo y, por tanto, no coinciden simultáneamente en el tren. Como medida adicional y para evitar las averías en el parque de material empleado para circular por La Robla, Feve también ha incrementado los puntos de revisión técnica.