«No era yo, me han confundido»
En el recurso formulado por Ángel Roberto Álvarez Ordóñez alega que en día de autos se encontraba cazando en un coto de la localidad de Pobladura del Bernesga a 22 kilómetros del lugar en el que se produjo la agresión al guarda forestal Salvador Ochoa Álvarez. Roberto Álvarez insiste en que el tiempo en que se tarda en recorrer los kilómetros que hay desde el lugar en el que sucedieron los hechos hasta el coto de caza de Pobladura, le hubiera impedido personarse en el lugar de la agresión. «A la hora en la que se produjeron los hechos estaba cazando con mi hermano en un coto de Pobladura de Bernesga. Cuando regresé a tomar un café al bar del pueblo la guardia civil me arrestó sin mediar palabra», asegura Roberto Álvarez. Proclama su inocencia «No era yo, me han confundido con otro vecino al que el guarda forestal reconoció en un primer momento como quinto imputado en la agresión», asegura Roberto Álvarez Ordóñez. Para ello argumenta que en las ruedas de reconocimiento del guarda forestal agredido, Salvador Ochoa Álvarez, identificó en un primer momento a un quinto agresor, Emiliano Ribera Llana, del que luego se retractó. En el último reconocimiento en el cuartel de la Guardia Civil el agredido alegó que «creía que fue Roberto Álvarez Ordóñez». El condenado sostiene que el guarda forestal le ha confundido con Emiliano Ribera Llana, un vecino del municipio. «La razón por la que nos han confundido es porque los dos nos parecemos físicamente», afirma con rotundidad Roberto Álvarez. Roberto Álvarez insiste en que seguirá recurriendo a instacias judiciales superiores para demostrar su inocencia. «No puedo pasar dos años y medio en la cárcel por un delito que no cometí», añadió.