Los centinelas de aves

El otoño invita a pasear por el campo, y Valencia de Don Juan ofrece una de las áreas naturales más interesantes: El Cachón de la Isla. Se trata de una zona de la ribera del Esla que el año pasado se acondicionó como senda ecológica, área recreativa y observatorio de flora y fauna. La ruta, con un recorrido de cuatro kilómentros, está rodeada de una amplia arboleda. El cachón dispone de material urbano -cinco bancos en distintos puntos del recorrido- y una gran zona habilitada como merendero con mesas, bancos y barbacoas. Hace pocos días, a esa oferta se sumó una caseta de madera como observatorio de aves. Está situada en la parte derecha del camino, a la orilla del río y cuenta con una capacidad para cuatro personas. Se ha procedido a elevarla lo suficiente para evitar que sea arrastrada por las corrientes de las posibles crecidas del río. «El lugar es ideal para observar los pájaros más característicos de la zona -explicó el concejal de Medio Ambiente, José Jimenez-, tiene silencio y no son necesarios los prismáticos para obsevar al martín pescador, la garza real o el vuelo de rapaces diurnas, como el milano negro y el real entre otras». La senda se puede convertir en un aula de la naturaleza para niños y mayores, con grandes paneles de madera con dibujos para mostrar las distintas especies que se pueden observar. El milano, el alcontán, el agilucho cenizo o el pálido, así como aves acuáticas como la garza o la polla de agua, cuervos, urracas o el pequeño carbonero común son pájaros que se pueden ver en esta zona. «Es un lugar idóneo para enseñar a los niños a disfrutar de la naturaleza y a conocer la flora y fauna que nos rodea», añadió. El próximo verano «se ampliará la zona de comidas, con más barbacoas y mesas en vista del éxito que ha tenido este año», anunció.