La Feriona registra un gran descenso de la presencia de ganado vacuno

Decenas de miles de personas volvieron a dejarse seducir ayer por el extraño encanto de la Feriona, invadiendo las calles de Villablino, que durante esta jornada se volvió a transformar en un gigantesco zoco con centenares de puestos ambulantes instalados en sus calles. La lluvia amenazó durante todo el día con aguar la fiesta, aunque solo hizo acto de presencia de forma tímida e intermitente, sin impedir que esta fiesta con espíritu ganadero siga manteniéndose como el acontecimiento anual que logra atraer a mas visitantes a Villablino, sin mas reclamo que un puñado de cabezas de ganado, y alrededor de 600 expositores comerciales. Aunque la edición de ayer no batió ningún récord de asistencia, e incluso se notó un descenso en la afluencia de visitantes, fuentes de la policía local afirmaron que durante toda la jornada pasaron mas de cuarenta mil personas por la capital lacianiega, cumpliendo con la tradición de saborear el pulpo a la feria , comprar algún objeto en alguno de los expositores o visitar un mercado ganadero, que este año presentaba un aspecto realmente alarmante, con una presencia de ganado meramente testimonial. De hecho, el ganado equino acaparó ayer descaradamente el protagonismo de la feria ganadera, que hasta ahora siempre había estado reservado al ganado vacuno. De este modo, en el recinto ferial pudieron contabilizarse alrededor de doscientas cabezas de ganado caballar a primera hora de la mañana, mientras que el vacuno apenas tenía una representación de medio centenar de animales. En cualquier caso los ganaderos coincidían en afirmar que los precios que ayer se llegaron a pagar en las escasas transacciones realizadas, -75 ventas durante todo el día-, eran tan ridículos para todos. El precio de los terneros oscilaba entre los 4,5 y los 5,5 euros el kilogramo, mientras que las reses de vida solo alcanzaban los 360 euros por ejemplar si se trataba de una vaca de muy buena calidad. En el caso de los potros el precio de referencia se situó en torno 180 euros, y la mitad para los equinos adultos. La escasa presencia de ganado vacuno fue justificada por la crisis que sufre el sector, y la política aplicada desde la Junta de Castilla y León, al exigir el saneamiento de los animales en plazos cada vez más reducidos que acaban por obligar al ganadero a no acudir a estas ferias. Según denunciaron ayer los ganaderos que se atrevieron a sortear todos los obstáculos y presentar algún ejemplar en la feria, actualmente les resulta mas fácil trasladar sus animales a cualquier mercado asturiano, que al de su propio pueblo.