Diario de León

Tradiciones cristianas en la ciudad

La nómina de hombres y mujeres santos relacionados con la diócesis es amplia, entre ellos santa Marta y santo Toribio, ambos muy arraigados en la historia local

Publicado por
Javier Tomé - astorga
León

Creado:

Actualizado:

La canónica estampa de la ciudad antigua viste su mejor traje clásico en esta calle de La Cruz, intrincada a modo de pequeño laberinto urbano. Porque desde su arranque en la calle Cortes Leonesas, discurre con un dibujo cambiante y pleno de giros y revueltas. El inicio presenta una estampa de corte actual, con viviendas que llegan a alcanzar las cuatro alturas, amparando una calzada más ancha al comienzo que en la vetusta parte final. Enseguida aparece algún edificio de corte más tradicional, enriquecido con una llamativa y depurada balconada, escoltando a un trazado zigzagueante que va girando hacia la izquierda hasta alcanzar el cruce con la calle de La Estrella. La arteria, carente de aceras, entra ahora en el último tramo, distinguido por casas antiguas y un gran edificio que sin duda ha vivido tiempos mejores. Y así acaba en la plaza de la Aduana, reafirmando en todo momento su vocación un tanto caduca pero plena de antiguo y sugerente sabor. Legio X Gémina Entre los meses de julio y octubre del pasado año 2002, el arqueólogo Fernando Muñoz dirigió una excavación en el solar correspondiente al número 10 de la calle La Cruz, completando las intervenciones realizadas en 1991 y 1992 y alcanzando la práctica totalidad de la superficie, al afectar al sur y al oeste de la zona estudiada. La excavación permitió localizar dos muros en la parte más cercana a la calle, que se sumaban a los cinco halladas en paralelo a la proximidad de la muralla, en uno de los cuales aparecieron los sillares con la inscripción LXG, distintivo de la Legio X Gemina. Aunque en principio se especuló con la posibilidad de que se tratase de una construcción doméstica, tanto la técnica constructiva de los muros como la proximidad de los restos a uno de los extremos del foro, parecen indicar el carácter público de la obra. El edificio, según las primeras conclusiones de los arqueólogos, contaba con notables dimensiones y su segundo piso estaba realizado con opus signinum , cuyo derrumbe se localizó en el sector sur del yacimiento. Los trabajos también permitieron observar que dos de los muros que formaban un pasillo de 1,20 metros de anchura y estaban asociados a un suelo de madera, continuaban hacia el sur y uno de ellos conservaba restos de pintura. En definitiva, otro sobresaliente descubrimiento que ratifica la extraordinaria importancia que tuvo la Astorga romana. Símbolo del cristianismo No menor peso social ha tenido en la capital maragata su acendrada raigambre cristiana, evidenciada en el rótulo que da nombre a nuestra calle protagonista, aludiendo al símbolo máximo del cristianismo. Sin pretender confeccionar un catálogo exhaustivo de la nómina de mujeres y hombres santos relacionados de una u otra forma con la diócesis de Astorga, no podemos olvidar nombres con tanto arraigo en la pequeña historia local como santo Toribio y santa Marta. El patrono de la ciudad fue obispo de Astorga entre los años 420 y 444, llegando a ejercer como Custodio de los Santos Lugares. Tras una vida plena de peripecias personales, incluido un penoso cautiverio a manos de los godos, santo Toribio falleció en el año 480. En cuanto a santa Marta, venerada en los animados festejos patronales, se negó a adorar a los falsos dioses romanos y por ello resultó azotada y encarcelada. Llevada por segunda vez ante los tribunales que juzgaban a los primeros cristianos, la santa fue degollada y su cuerpo enterrado en un lugar inmundo, siendo rescatado por una de sus compañeras en la fe. Otros religiosos de gran importancia en la diócesis son san Genadio o el prisciliano san Dictino, fundador de un afamado convento en la barriada de Puerta Rey que desapareció durante la francesada. Sin aceras Acabaremos esta semblanza sobre la calle de La Cruz, como dijimos carente de aceras, con una anécdota referida a aquellos tiempos pasados que tanto lustre dieron a la capital. Según contaban los mayores, un ilustre prócer visitó Astorga cuando ésta carecía por completo de aceras. No debía de haber salido en demasiadas ocasiones de Madrid, pues se sorprendió de que las calles, todas empedradas, tuvieran una hilera central de piedras planas que recogían las aguas a modo de albañal. Así, el cacique preguntó al político local que le acompañaba en su paseo si Astorga era tierra de mucho vino. Y al contestarle que no, añadió extrañado: «Pues si no hay borrachos, ¿por qué no hacen las aceras por el centro de la calle?».

tracking