«Crecer entre cables me llevó a este oficio»

Cuarenta años de profesión son el aval de este electricista para el que el trabajo representa también su pasión. -¿Qué le llevó a dedicarse al mundo de la electricidad? -Ante todo, porque lo viví desde pequeño. Mi padre y mi tío eran electricistas y yo fui creciendo como se dice entre cables. Eso fue creando en mí una pasión que con el paso de los años me orientó hacia este oficio. -Un electricista, ¿nace o se hace? -Las dos cosas son complementarias. Primero te tiene que gustar y luego tienes que ir aprendiendo. La práctica es fundamental. -¿Es tan peligrosa la electricidad como la pintan? -Sí, y en cierta medida se debe a que la gente no adopta las suficientes precauciones. La electricidad tiene su riesgo, pero para eso estamos los profesionales. Lo que ocurre es que a veces hay personas que intentan hacer cosas que no se pueden y eso deriva en accidentes. -¿Ha cambiado mucho desde que comenzó? -Bastante, tanto en la forma de trabajar como en los materiales. Hoy en día las cosas van por circuitos y es difícil que se estropeen. Además, si lo hacen, detectar el problema y arreglarlo es mucho más fácil. -¿Existe intrusismo en su profesión? -Eso es incuestionable. Lo que pasa es que siempre recurren a nosotros cuando han hecho una chapuza y tienen que solucionarla. La gente no se da cuenta de que un profesional es el que va a hacerle las cosas bien porque es el que sabe. -¿Se está siempre aprendiendo en su oficio? -Sí, y eso se debe a que el mundo de la electricidad es muy cambiante porque cada día que pasa aparecen cosas nuevas. Si no te quieres quedar atrás tienes que estar al tanto de los avances, para poder aplicarlos a tu trabajo. Ahí radica la clave del éxito. -¿Tiene futuro este sector? -Siempre lo tendrá. Hoy incluso hay mayor preparación en la gente ya que antes tenías que aprender por tu cuenta, probando y sufriendo percances.