Dos individuos exigen a una mujer sexo y una fuerte suma de dinero

Lo que empezó como una agresión en pleno centro de La Bañeza se ha convertido en una investigación judicial ante la posibilidad de que exista un delito de acoso sexual a una mujer ecuatoriana, en el que han mediado también amenazas. Los hechos se remontan al lunes de la semana pasada, cuando M.F.M. caminaba por la avenida de la Vía de la Plata sobre las 13.00 horas. En un momento determinado, un individuo, que responde a las iniciales P.D.F.V. y, al parecer es vecino de Posada de la Valduerna según fuentes consultadas, increpó a la mujer y, posteriormente, le asestó varios golpes, fruto de los cuales la víctima sufrió varias contusiones. M.F.M., de nacionalidad ecuatoriana, recibió el auxilio de los viandantes y se dirigió al puesto de la Guardia Civil de La Bañeza, donde presentó denuncia contra su agresor y contra otra mujer N.J.B.L., procedente de un país sudamericano que no ha podido ser determinado. Según fuentes judiciales, de la denuncia interpuesta por la agredida, que se ha presentado en el caso asistida por un abogado, se desprende la existencia de un posible delito de acoso sexual, que podrían haber cometido el hombre y la mujer denunciados. Más de un año Los denunciados habrían sometido durante un año a M.F.M., hechos que aún se deben probar, a un chantaje por el que le exigían el pago de 25.000 euros en la mayor parte de las ocasiones y de 50.000 euros en otras, así como que mantuviera relaciones sexuales con P.D.F.V. bajo la amenaza de remitir a su familia, residente en Ecuador, unas fotografías de cierto contenido erótico en las que, supuestamente, aparece la víctima, así como una grabación magnetofónica, con la voz de la chantajeada, material que probaría, según las amenazas, que M.F.M. ejerce la prostitución en España. La denunciante, que posee un contrato como camarera en un establecimiento hostelero de la comarca, habría recibido las amenazas reseñadas en su teléfono móvil mediante mensajes de texto o bien en comunicación directa con los supuestos chantajistas, motivo por el que se han solicitado las comprobaciones pertinentes a las compañías de teléfonos. Puestos en contacto con M.F.M., ésta declinó realizar cualquier tipo de manifestación sobre el caso a los medios de comunicación. Según consultas realizadas por este periódico, M.F.M. posee un contrato de trabajo como camarera en un hostal de la comarca de La Bañeza. El ultimátum M.F.M. recibe un ultimátum para que haga efectiva la cantidad que se le pide y preste los favores sexuales exigidos hacia mediados de septiembre y, al no actuar de la manera que exigen los comunicantes, su familia habría recibido ya el material con que se amenazaba a la mujer.