Cerrar

Una feria ancestral

Mansilla de las Mulas celebró su día grande, la festividad de San Martín, aunque sólo un total de treinta cabezas acudieron a esta cita, que se está convirtiendo en un gran mercado

Los ajos, en ristra o por cabezas, fueron los protagonistas del mercado

Publicado por
Elisa Pérez Marcos - mansilla de las mulas
León

Creado:

Actualizado:

«¿Ocho millones de pesetas? ¿Cuál?» «Ese caballo de allí, un español de pura raza». A este precio se cotizaba uno de los equinos que se exponían en la Feria de San Martín en Mansilla de las Mulas. Pero no todos los ejemplares eran de esta elite, la mayoría de ellos rondaban entre los mil quinientos euros y los cuatro mil euros. Lo que más aceptación tuvieron fueron los potros y las yeguas, y la mayoría de la gente acude a comprar potros. Caballos se veían pocos, y no sólo machos, el número de cabezas de equinos no alcanzaba la treintena. Una cifra muy inferior a la que han alcanzado otros años las reses. Y no sólo en los equinos, ya que la presencia de ganado ovino, caprino o bovino es nula. El año pasado acudió un número muy reducido de cabezas de caprino y ovino y este año ya ninguna. «Esto ya no es lo que era» -comentaban algunos ganaderos en grupillos- «fíjate si sólo vienen los de Mansilla», respondía otro. Se referían a que este año la mayoría de los ganaderos que acudieron a San Martín procedían de Mansilla de las Mulas, sólo uno venía de otra localidad, de Gordaliza del Pino. «Es que no merece la pena venir, el papeleo es un lío, tenemos que conseguir las guías sanitarias, los certificados del veterinario y desinfectar el vehículo en el que es transportado el ganado», asegura Mario Bajo, ganadero de Gordaliza del Pino, «vengo por la subvención, porque es muy difícil vender algo, pero la subvención tampoco da para mucho» continúa. El Ayuntamiento de Mansilla de las Mulas concede una subvención que ronda los treinta euros por cabeza, aunque es variable porque la cantidad se reparte entre el número total de reses que acudan. Prácticamente un mercado Una feria que año tras año va perdiendo ganaderos, pero que va ganando en público. Una feria que eminentemente tradicional que está perdiendo su carácter histórico. No hay que olvidar que la feria de San Martín es una de las más antiguas de la provincia, porque data del siglo XI. Y ya casi no mantiene nada del espíritu que tenía en la época medieval. Y ese aspecto no era el que presentaba ayer. El público abarrotaba las calles y se dirigía sobre todo a los puestos de hortalizas y productos de la vega del Esla. Los reyes de los puestos fueron los ajos, que llegaban a cotizarse a 17 euros la ristra. Pero las calles de Mansilla estaban llenas sobre todo de decenas de puestos que formaban un gran mercadillo, en el que algún que otro vendedor vociferaba ya las ofertas de turrón. El rey Otro de los grandes protagonistas del día fue el bacalao, que se podía degustar en los bares de esta localidad y preparado expresamente al estilo mansiles . La exposición de maquinaria agrícola mostraba algunas novedades del mercado además de remolques, tractores y arados. También se podían adquirir productos para sembrar y fertilizantes, entre otros. Por la tarde se celebró la exposición olográfica en la Casa de la Cultura, que ya llevaba realizándose durante los tres días anteriores, ya que la feria multisectorial y la exposición agrícola se venían celebrando desde el fin de semana y que han tenido bastante aceptación.