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La Caravana de Sensibilización sobre Barreras Arquitectónicas suspendió a las calles lacianiegas

Villablino es la peor ciudad para los discapacitados, según la Diputación

Una veintena de personas participan en esta iniciativa que evalúa las localidades de toda la provincia

Un grupo de discapacitados acceden a las instalaciones del Juzgado de Villablino

Publicado por
José Luis Vega - corresponsal | villablino
León

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Los responsables de la Caravana de Sensibilización sobre Barreras Arquitectónicas dieron un suspenso a la localidad de Villablino, después de recorrer las principales calles de la capital lacianiega con el objetivo de comprobar el grado de accesibilidad de la villa para las personas con discapacidades físicas. La campaña estaba organizada por la Diputación Provincial de León, y la veintena de personas que formaron parte de esta caravana se encontraron mas de un centenar de obstáculos y multitud de elementos urbanísticos que impiden la movilidad de personas con minusvalías en la vida cotidiana. Pero lo mas sorprendente es que la mayoría de los edificios públicos de Villablino dificultan el acceso a este colectivo, y en la reparación de aceras que se llevaron a cabo hace tan solo un mes, tampoco se ha tenido en cuenta la normativa que obliga a facilitar el acceso de personas discapacitadas. El concejal de asuntos sociales del consistorio lacianiego, Manuel Luis de la Puente, reconocía que se han encontrado múltiples deficiencias, y aseguró que «en breve convocará una comisión de asuntos sociales para analizar este tema». El programa organizado por la institución provincial se puso en marcha con la instalación de paneles divulgativos y una mesa informativa en la Casa de Cultura de Villablino. Paralelamente, un grupo de minusválidos y responsables de la iniciativa iniciaron un recorrido por diferentes calles de Villablino, encontrándose con todo tipo de obstáculos y barreras arquitectónicas. La mayoría de las aceras plantean inconvenientes para los discapacitados, con múltiples irregularidades, o anchuras que no cumplen el mínimo exigido por la ley, e incluso las que se han reformado mas recientemente no han tenido en cuenta a este colectivo, con escalones excesivamente altos, y sin rebajes en los pasos de peatones. También se observaron múltiples deficiencias en la mayoría de los comercios, ningún cajero automático de las sucursales bancarias facilita el acceso a los minusválidos, y sólo una cabina de teléfonos ha tenido en cuenta a este colectivo. Pero lo más sorprendente fue la falta de adaptación de las instituciones públicas como la oficina del Inem,