¿Tiene plan la energía?

TRAS UNA SEMANA, alejado del mundanal ruido lacianiego, escuchando el ruido de un mar lejano, y tratando de cargar las pilas a tope para continuar aguantando esta columna, o mejor dicho que ustedes continúen aguantándola, regreso a la realidad lacianiega y me encuentro con sustanciosas novedades. Leo en un estudio demográfico, que Laciana no solo pierde población debido al abandono de cientos de prejubilados en busca de un futuro para sus hijos, sino también sufre durante el último año un descenso poblacional de 24 habitantes, debido al a diferencia entre fallecidos y nacidos. Cosa por otro lado normal, a la vista de las cifras barajadas a nivel provincial y comunitario. Pero no debemos de preocuparnos pues la Junta ya ha tomado medidas y va a seguir el modelo de otras regiones europeas. Suponemos que será algo parecido a la prometida reconversión minera que nos habían prometido, tomando como modelo otras zonas similares y que a la vista están los resultados. Leo también, que desde el Ayuntamiento se apuesta por una feria multisectorial, que intenta convertirse en la muestra de este tipo más importante de la provincia. Por optimismo que no quede, pero viendo el éxito de las innumerables ferias multisectoriales que como setas brotan por toda la provincia, me temo que la susodicha acogerá los mismos expositores que las recorren todas y no va a «dinamizar la actividad económica comarcal», sino será algo olvidado al día siguiente de la clausura. Pero lo que verdaderamente me deja intrigado es el proyecto de Endesa, Victorino Alonso y la Junta de construcción de una térmica en el Valle del Sil, probablemente en Santa Cruz del Sil. Sobre todo porque todo este proyecto, aún en pañales, surge de una administración pública como es la Junta de Castilla y León, gobernada por el PP y desde el gobierno central, también del PP, aún no se ha dictado un plan energético nacional, ni se conoce nada de la reserva estratégica de carbón. Todo esto parece algo así como poner el carro delante de los bueyes, y no otra cosa que lanzar globos sondas para ver como reaccionan los agentes sociales. Lo primordial sería que desde el gobierno se trace un Plan Energético Nacional, analizando pros y contras de unas energías y otras, cuales deben de ser primadas y de que manera, ya que la indefinición y la ausencia de unas directrices claras está acercando al sector mucho oportunista que solamente intentan cazar subvenciones, tal y como ocurre con la energía eólica y otras de las llamadas renovables. Igualmente debería de clarificarse el tema de las reservas estratégicas del carbón, tal y como recientemente ha declarado Rafael Varea de CC.OO. (Comisiones Obreras), aunque su opinión de que la demanda de electricidad no se podría cubrir sin carbón nacional, es un decir, ya que con toda seguridad ignoran los porcentajes de carbón nacional, importando, de interior o de cielo abierto que entran en las térmicas. No obstante, tal y como ocurrió hace unos pocos años con la tan traída y llevada central térmica de Villablino; nos ofrece poca seriedad el anuncio de un proyecto que, según palabras del director general de Energía y Minas de la Junta, Manuel Odóñez, ni siquiera cuenta con anteproyecto. Pero ello no es óbice para que se deje caer, como antes decía sin contar con ningún apoyo por parte del gobierno central. Todo esto, continúa llenándonos de incertidumbre ante el futuro incierto que se avecina, donde nada se sabe a ciencia cierta y todo son especulaciones, parche encima de parche, y lanzar rumores que podrán ser o no realidad algún día, pero por el momento no pasan de eso.