CARTA TE ESCRIBO
Un redoble a tres años
QUERIDO hermano: Si lo quieres así, sea. A nuevos tiempos, nuevos modos; claro que hay otros modos en los que uno no entra, no por estar en contra de los mismos por ser nuevos y de las nuevas tecnologías, sino por mi incapacidad manifiesta. Uno es así de cazurro, y a pesar de la buena voluntad la mollera se resiste, aunque haya dado algún paso en ese sentido; el ADSL, WWW y Es. Com, quizás por lo de las siglas me aturullan. Así que bien está con este cambio dominguero, que si los mensajeros funcionan en sábado tendrás mi carta puntual. No es que sea un dechado de homus comunicativus pero, comprometido como estoy contigo en contarte los aconteceres semanales de esta orilla, cumpliré. Me contó un amigo de Turienzo que los morrillos del río estaban oscureciéndose, tomando un color ceniciento, síntoma inequívoco, dicen los viejos de la ribera, que vamos a atravesar un invierno revuelto, o sea de los de antes. Se refiere el amigo al aspecto climatológico, en principio. Porque en lo político hay sus cosillas, rumores, cuchicheos, un run-run que algunos quieren hacer explotar en la primavera, cuando las generales estén en auge. Es un rumor que parte de una sección descontenta de cierto partido, mientras la otra está por la labor de dejar las cosas como hasta ahora y agotar la legislatura con los menores sobresaltos; por aquello de la experiencia de La Bañeza en estos años pasados. Los más impacientes se la tienen jurada a Perandones y ponen el 2004 como año decisivo. Los prudentes que tienen, como aquellas vírgenes de la parábola, las lucernas encendidas y las alcuzas repletas, piensan que es mejor esperar, dar tiempo al tiempo y que sean las urnas las que decidan, que el tiempo y las circunstancias juegan a su favor. Por otra parte, la operación de acoso y derribo que algunos propugnan es cosa de dos, bien lo sabes -esto es mío-; y el segundo de esos dos en este caso no está por la labor, al menos por ahora, que sus miras, sus aspiraciones, están clavadas para cuando lleguen las próximas municipales. Entonces es, hermano, cuando podrían producirse ciertos movimientos sísmicos, roturas de fallas y desencuentros, o tal vez aproximaciones, que podrían dar un vuelco absoluto en el electorado y, por ende, en la composición municipal astorgana. Son conjeturas, pero nuestra conexión, nuestro amigo el espía algo se ha olido, ha pulsado pareceres, opiniones y voluntades, por lo que puede andar en el buen camino. De aquí a tres años y medio pueden producirse grandes sorpresas que andando el tiempo no podrían ser tan grandes. El tapado, hábil él, se emboza en el tapabocas y la pelliza, sin decir esta boca es mía; aunque un día intenté soltarle la lengua, nada; sin embargo estáte seguro que está haciendo un análisis exhaustivo de la situación, y en su día adoptará las medidas que crea convenientes. Si en cierta ocasión lo catalogué de sensato y prudente, ahora hay que reconocer que también se ha mostrado como un frío jugador de envite, que sabe sacar los ases en el momento oportuno, tal vez reservándose el órdago para el final. Estas cavilaciones, por supuesto, son válidas siempre que de aquí a tres años largos mantenga las mismas aspiraciones, sabidas aunque no las haya confesado, y emplee la misma táctica. Si lo hace así redoblarán las campanas de victoria. Sé bien, hermano que esto es un galimatías y algún día te lo explicaré, que en el redoble está la clave. No caviles demasiado que vendrán más domingos.