La presidenta del colectivo pide a las familias que no escondan a los afectados por la dolencia
La asociación de alzhéimer solicita la colaboración del centro de salud
Los locales cedidos por el Ayuntamiento para la creación de un centro de respiro se adecuarán en breve
Directivos de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de La Bañeza solicitarán la colaboración del centro de los coordinadores del centro de salud de La Bañeza en una reunión que se celebra esta tarde. Según Begoña Álvarez, se espera que los responsables del Juan de Ferreras «informen a las familias de los afectados de la existencia de una asociación que puede ayudarles así como de que nos ayuden a captar la realidad de la enfermedad en la comarca». Álvarez explicó que «la trabajadora social del centro de salud, junto con los responsables del Centro de Acción Social, ya se ha reunido con nosotros y nos está ayudando mucho, pero nos encontramos que muchas familias que podrían beneficiarse de la asociación no lo hacen porque esconden a los enfermos». Según la presidenta de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer de La Bañeza, el mantener el secreto la dolencia se debe a que «existe miedo a que se entere la gente, cuando lo mejor es que se dé a conocer, por lo que le pueda pasar al enfermo. Sé de un caso de una persona que se paseó en pijama sin que nadie hiciera; si hubieran sabido de su enfermedad habrían avisado a la familia o a la Policía». Otro motivo que lleva a ocultar este padecimiento es, según Begoña Álvarez «que nos cuesta aceptarlo» y, además, «hasta ahora el público no ha tenido acceso a la información sobre el Alzhéimer, porque escaseaba». «Ganar tiempo» Abordar la enfermedad en sus primera etapas, según Álvarez, permite, mediante la aplicación de una terapia adecuada «retrasar la aparición de la peor fase de la enfermedad y ganar calidad de vida y tiempo para el enfermo». La asociación recibió ayer mismo las llaves de las dependencias que ha cedido el Ayuntamiento de La Bañeza para la apertura de un centro destinado al cuidado de los enfermos durante una parte del día -un centro de respiro, como se le conoce-. En los locales de la calle del doctor Palanca habrá que «acondicionar los servicios, probar la calefacción y retirar una material que se encuentra almacenado», explicó la presidenta. El grupo, formado por unas ciento cincuenta personas, aspira a que se abra un centro de día de alzhéimer en un futuro no muy lejano.