«Han venido a comprar fluorescentes y perchas»

Olina Alonso lleva casi medio siglo dispensando recetas médicas a los lacianiegos en su farmacia de San Miguel de Laciana, donde también realiza formulas magistrales, sobre todo para problemas dermatológicos. La relación continua con los clientes es a su juicio lo mejor de su dilatada carrera. -¿Cuánto tiempo lleva al frente de esta farmacia? -Cuarenta años, aunque en la actualidad mi hija Mónica es la responsable de la dirección técnica. Cuando finalicé el bachillerato mis padres me obligaron a cursar estudios universitarios y escribí a una amiga para que me matriculase en Económicas. Gracias a ella soy farmacéutica porque se negó y me matriculó en Farmacia para que estudiáramos la misma carrera las cuatro chicas que íbamos a clase. -¿Cuáles son los medicamentos más solicitados? -De mostrador se siguen vendiendo sobre todo antigripales, antitérmicos y jarabes. -¿Han variado las medicinas en estos 40 años? -Sí, periódicamente salen al mercado medicamentos nuevos. Cuando yo abrí la farmacia también disponía de medicamentos veterinarios y alimentos de dietética e infantiles. Por el contrario, ahora contamos con productos de parafarmacia y cosméticos. -¿Cómo han evolucionado los usuarios desde que abrió la farmacia? -En la época anterior a la apertura de esta farmacia había la clásica reunión del cura, el médico, la farmacéutica y el juego del tresillo. Cuando yo me establecí ya existía la Seguridad Social y más burocracia. -¿Cómo es la relación entre farmacéutico y cliente? -Buena. Antes quizás era más directa porque nos conocíamos todos los vecinos. De todos modos continúan pidiendo consejo a su farmacéutico. -¿La anécdota más curiosa? -Estando de guardia me llamaron de madrugada para preguntarme por donde se iba a Oviedo o pedirme cambio para el teléfono. También han venido a comprar aspirinas, fluorescentes y perchas.