El padre Isla en León
EL PADRE ISLA Rojo Cobián tiene dedicados en León la calle más larga, el instituto más antiguo, varias bibliotecas y librerías y el mayor número de dibujos y bustos esculpidos. Al decir el padre isla en León, me refiero a León ciudad, a la que visitó varias veces y donde tuvo alegrías y satisfacciones y también contratiempos. No creo que esta que voy a decir fuera la primera visita del padre Isla a León, pero que fue varia, variada y averiada sí es cierto. Que nos lo diga él mismo, tal como se lo escribe a su hermana Francisca y a su cuñado Nicolás Ayala en carta de 23 de abril de 1759: «Voy a ponerme los botines para montar mejor las dos jornadas largas que hay desde aquí -Villagarcía de Campos- a León. Porque no estoy para guapezas de alquiler». Unos 125 ó 130 kilómetros había desde Villagarcía a León, bien fuera por la ruta de Rioseco-Mayorga o para la de Villar de Frades-Villalpando-Benavente. El viaje suponía normalmente dos días. En la siguiente carta de 4 de mayo de 1759, le dice a su hermana: «Hoy hace ocho días que llegué a esta ciudad (León) habiendo gastado cuatro en el camino, porque me detuve dos en el monasterio de Vega con mi prima». Las peripecias y otros detalles de su venida y estancia de esta vez son dignas de saberes pro varios conceptos. Dejo también que él nos lo diga en carga a su hermana de cuatro de mayo de 1759: «Hija mía: hace dos días que llegué a esta ciudad, habiendo gastado cuatro en el camino, porque me detuve en el monasterio de Vega. La mitad del viaje fue con gran calor y la otra con excesivo frío, vientos fuertes y también algo de nieve. La primera noche con un fuerte cólico, que me obligó a guardar cama todo el día siguiente, igual que al general de San Benito, que está en esta ciudad!». Algo mejoró su situación durante su estancia, gracias a lo cual pudo recibir visitas, comer con el intendente y visitar la Real Fábrica de Telas, que pocos años antes había concedido Fernando VI. El edificio de la Real Fábrica estaba detrás del Hospicio de San Cayetano, por donde hoy están el Edificio Fierro y Bibliotecas y las calles de Santa Nonia y Puerta Reina, así llamada porque en la portada de la Real Fábrica estaba la que actualmente está en el antiguo edificio de la Audiencia y en la que están representados el Rey Fernando VI y su esposa Bárbara de Braganza¿ Y como si León sintiera la marcha de su ilustre huésped, su salud empeoró de tal manera que tuvo que detenerse en el mesón de Villamañán y luego pedir albergue en casa de su amigo el abad de Benavente. Él lo escribe así desde Benavente. «Amado hermano: Mal me recibió León a la entrada, pero peor me trató a la salida. Recibióme con un cólico y despidióme con unas tercianillas dobles. El primer día no pude salir de la cama en el mesón de Villamañán y el segundo vine a refugiarme a casa de este mi amigo, el abad de Benavente. El médico del Conde que me cura es un admirable viejo de más de ochenta años. No me ha recetado más que una purga de las que llaman ligeras». Estos sucesos los comenta también en la carta CCCXXII, de 26 de mayo de 1759. Nada extraño, pues, tras lo dicho sobre el tema, que el nombre y retrato del padre Isla figuren en León en calles, instituto, bibliotecas y monumentos repetidamente. Ambos, personaje y ciudad, se honran con el nombre. Por parte de la ciudad sería falta si no lo hiciera constar, como pudiera suceder y a veces sucede, con hijos de que ella se honra, sin por su parte llegar a corresponder. En cuanto al padre Isla, León fue generosa.