Sabero-Cistierna
La comarca mantiene, a pesar de la climatología, su tradición a diez años del cierre de la última mina
La intensa lluvía que ayer por la mañana caía en Sabero, y que en algunos momentos amenazaba ser nieve, impidió que la patrona de los mineros Santa Bárbara pudiese salir del templo parroquial para ser paseada, como es costumbre y tradicional, por la principal calle del pueblo y hacer su estación en la Ferrería de San Blas. No obstante, lo mas de 150 Cofrades y cerca de 300 vecinos pudieron degustar la típicas gijas con el bollo y el vaso de vino, además de recibir un lámpara minero en miniatura y en forma de llavero. Por la tarde el baile, que como novedad se celebró en el Bar León, amenizó la tarde noche de los saberenses. Una comarca que desde hace una década ya no cuenta con minas abiertas, pero que no olvida su origen y su cultura carbonera a pesar de todo. Así, en Cistierna se celebró ayer la festividad de Santa Bárbara con una misa en la que se dieron cita los miembros de la hermandad de Santa Bárbara muchos de los cuales aún continúan trabajando en la mina dentro de otras zonas de la geografía leonesa y muchos vecinos de la localidad. Tras la misa estaba prevista una procesión con la imagen que debería llegar hasta la iglesia de Santa María, donde está la ermita. Pero el tiempo lluvioso impidió la procesión dado que la imagen al ser de escayola podría sufrir daños considerables. Por ello se prefirió dejar la imagen en la iglesia, donde permanecerá hasta que sea posible trasladarla de nuevo a su hermita.