La medida incluirá la semipeatonalización del recinto amurallado y la instalación de elevadores
El Ayuntamiento eliminará desde el 2004 las barreras urbanísticas
El proyecto, presupuestado en 5,3 millones, se ejecutará por fases y con ayudas
El Ayuntamiento de Astorga encargó una memoria valorada para la eliminación de barreras urbanísticas en la ciudad, que contempla la realización de semipeatonalizaciones en el recinto amurallado así como la instalación de ascensores y elevadores en las partes bajas de la localidad. La intervención está presupuestada en 5,3 millones de euros, y el municipio la ejecutará por fases acudiendo a ayudas de la Junta y la Diputación a partir del año próximo, confirmó la concejala de Servicios Sociales, Victorina Alonso. El documento, que realizaron durante un mes los ingenieros técnicos de obras públicas Ángel Antonio Arias y Jesús María González -contratados gracias a una subvención de la administración autonómica- plantea convertir en semipeatonales todas las calles del recinto amurallado, dado que sólo Villafranca, Los Sitios, Marcelo Macías y Álferez Provisional gozan de las dimensiones necesarias para habilitar las aceras para el tránsito de discapacitados tal y como ordena la ley. Ello es así porque el trazado del casco es tortuoso y estrecho. Otros viales, como García Prieto, permitirían acondicionar alguno de sus tramos, y otros, como Hermanos La Salle, admitirían la adaptación restringiendo la circulación de vehículos a un único sentido. Ascensor y elevadores Además, la memoria propone instalar un ascensor para llegar al casco histórico en la escalerilla desde El Bastión al paseo Blanco de Cela, así como elevadores (sin armazón exterior) en La Brecha, junto a la Puerta Romana y en Puerta Sol -por donde se canalizaría el acceso de las personas con problemas de movilidad desde San Andrés-. Mientras, en los barrios los técnicos consideran que sería suficiente ensanchar buena parte de las aceras, realizar en ellas un rebaje de 1,80 metros con pavimento diferenciado en textura y color, así como pintar los pasos de peatones en las intersecciones de muchas calles. Arias y González precisaron que «proporcionalmente a la longitud, San Andrés es el barrio que peor adaptado está», aunque matizaron que «en las calles urbanizadas recientemente en diversos puntos de la ciudad ya se realizaron los rebajes».