Instalan once nuevos puntos de contenedores soterrados

La Mancomunidad de Municipios El Páramo está ejecutando la segunda fase del soterramiento de los contenedores de basura. En concreto se están instalando once nuevos puntos de recogida soterrados. Cinco de cuatro bocas en Santa María del Páramo, uno de tres en Urdiales, uno de cuatro y uno de tres en Laguna de Negrillos, dos de tres bocas en Pobladura de Pelayo García y uno de tres en Laguna Dalga. El presupuesto para esta segunda fase asciende a 214.000 euros de los que 150.000 son subvencionados por la Junta de Castilla y León y el resto por, proporcionalmente, por cada uno de los ayuntamientos en los se ubican. Por otra parte la asamblea de la Mancomunidad decidió el pasado día 27 de noviembre adjudicar la tercera fase de este proyecto por 128.000 euros a la empresa Solrie Medioambiente S.?L. de Salamanca, la misma que ha realizado las otras dos anteriores. Esta tercera fase incluye la instalación de tres puntos de recogida de basura de tres bocas y otros tres de cuatro, aunque aún no se ha decidido en qué localidades irán ubicados, algo que se hará en breve. Esta tercera fase tiene un plazo de ejecución que finaliza en diciembre del próximo año, pero según confirmó el presidente de la mancomunidad, Eloy Bailez, es muy probable que la empresa adjudicataria proceda a realizar la instalación una vez concluya la segunda fase que está llevando a cabo al tener desplazada en el Páramo su maquinaria. Sistema innovador La Mancomunidad de Municipios El Páramo fue pionera en la comunidad autónoma cuando hace dos años decidió apostar por este sistema de soterramiento de contenedores. El funcionamiento es sencillo. A la vista del público, en cada uno de los puntos, hay tres o cuatro bocas por las que los usuarios deberán depositar la basura. ésta caerá a los contenedores enterrados. Cuando se llenan, dichos contenedores son elevados por medio de un dispositivo hidráulico para proceder a su vaciado en un camión de basura normal. Esta iniciativa permite eliminar a vista del público los contenedores tradicionales alegrándose así un objetivo estético. Además se evitan, en gran medida, los malos olores y los actos vandálicos.