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| Las calles | Alonso Luengo (I) |

Del cine Tagarro a Fátima

Luis Alonso Luengo, académico y cronista oficial de Astorga, mantuvo una estrecha vinculación con la Casa de León en Madrid hasta su muerte la pasada primavera

Publicado por
Javier Tomé - astorga
León

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El emblemático e histórico cogollo urbano de la ciudad presenta una consistencia de cuento de hadas, significado por un ramillete de vías y plazas que acrecentan su belleza a estas alturas del calendario, cuando Astorga viste sus mejores ropajes otoñales. Dentro de este espacio saturado de recuerdos y monumentos surge la calle que lleva el nombre del recordado don Luis Alonso Luengo, cuyo punto de partida se localiza en la calle de La Bañeza. De aquí arranca nuestra arteria protagonista, transcurriendo su pequeño trazado justo hasta la plaza de San Julián. En tan escaso trayecto aparecen, no obstante, referencias en piedra con tanto calado religioso como el santuario de Fátima, edificio originado en el remoto siglo XII pero que ha vivido posteriormente numerosas reformas y mejoras. A principios del pasado siglo XX permaneció cerrado durante algunos años, hasta que en tiempos del obispo Mérida abriría nuevamente sus puertas al culto. Justo enfrente, haciendo esquina con la calle Gabriel Franco, se halla uno de esos locales de ocio que salpican todo el entorno y que, anteriormente, acogió al entrañable Cine Tagarro. Debemos remontarnos al verano de 1959, concretamente al mes de agosto, para recordar la inauguración de la que fue calificada en su día como «suntuosa sala local de proyecciones». Propiedad de don Cipriano Tagarro, su dueño no regateó medio alguno «para dotar a la ciudad de un verdadero alcázar del séptimo arte». Construido por el arquitecto señor Aparicio, el aparejador señor Zábala y el maestro astorgano don Pablo Alonso, sus espléndidas dependencias constituían un alarde de buen gusto, riqueza y elegancia: «mármoles, lunas y terciopelos, con multitud de finos detalles decorativos decoran maravillosamente el magnífico conjunto, que adquiere el más bello relieve bajo un prodigio de luz tamizada». Inauguración con autoridades El día 27 de agosto quedaba oficialmente inaugurado el Cine Tagarro, con una sesión privada a la que asistieron la totalidad de autoridades de la época. Antes de entrar a repasar la trayectoria personal e intelectual de don Luis Alonso Luengo, académico y cronista oficial de Astorga, conviene recordar su estrecha vinculación con una institución tan querida como la Casa de León en Madrid, de la que fue presidente. A finales del mes de octubre de 1958 se inauguraba en la capital de España su nueva sede, con una serie de actos entre los que se incluyó una misa celebrada en la iglesia de San Manuel y San Benito y en la que se cantó, ante la imagen de la Virgen del Camino que allí se encuentra, una salve dedicada a la patrona de León. Los presentes recorrieron luego las diversas dependencias de la casa en la calle del Pez, adornadas con paneles alusivos a las actividades de las distintas comarcas provinciales: el misticismo de Astorga, la industria y minería de Ponferrada, el viñedo de Villafranca, la recolección de la ribera de La Bañeza, la trashumancia de Riaño, la montaña de La Vecilla, la ganadería de Murias, los campos sin horizontes de Sahagún y los castillos y trigales de Valencia de Don Juan. Posteriormente los invitados se trasladaron al Gran Hotel Príncipe Pío, de muy elegante y astorganísima solera, donde tuvo lugar un suculento banquete en honor de las autoridades. Y a la hora de los postres hicieron uso de la palabra el presidente de la Diputación señor Eguiagaray, el gobernador civil señor Álvarez Rementería y por supuesto don Luis Alonso Luengo, presidente de la institución, quien realizó «un erudito escarceo histórico de elevados tonos leoneses y proclamó como supremo ideal de la nueva Casa estar al servicio de León». Mucho tiempo después, el 3 de diciembre de 2002 y mientras don Luis Alonso Luengo aún vivía, se reunieron todos los presidentes de la Casa de León en Madrid con la finalidad de rendir homenaje a nuestro protagonista, una figura principal de la letras leonesas y también en el nacimiento y desarrollo de nuestro consulado en la capital de España. El periodista Félix Pacho recordó con especial cariño a quien bautizó como «alma de la institución», aludiendo a su destacado papel en la historia de esta auténtica embajada sentimental leonesa en Madrid. Además de recalcar la importancia de don Luis en la fundación de la casa y la adquisición de la sede actual en la calle del Pez, los ocho antiguos presidentes recordaron con nostalgia las ilusiones y batallas que tuvieron que afrontar durante sus respectivos mandatos al frente de tan entrañable institución.

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