«Han dejado que la ciudad caiga»

Virgilio Carro, presidente de la Agrupación de Comerciantes de la Zona de La Bañeza (Ageba), considera que su asociación ha pecado de inexperta a la hora de organizar la campaña organizada con el CEL que busca animar a los bañezanos a comprar en su ciudad. En un análisis de la realidad actual del comercio en La Bañeza, Carro apuesta por una búsqueda de soluciones en conjunto, pero reconoce que a los comerciantes bañezanos les falta ilusión, quizá por el abandono al que, estima, les ha sometido el Ayuntamiento durante muchos años. -¿Qué grado de aceptación ha tenido entre el comercio bañezano la campaña del CEL y Ageba para esta Navidad? -Hay que decir que en la provincia está saliendo muy bien. Había que contar con las asociaciones de la provincia y, en el momento que hubo un acuerdo, el CEL comenzó con el trabajo, los anuncios... Luego llegó la hora de lo difícil: planteárselo a la gente -socios y no socios de Ageba-, a la que le parece todo muy bien en un principio, pero todo tiene un coste. Así que pensábamos que conseguir la adhesión de treinta comercios sería ya todo un éxito y a falta de los últimos datos no llegamos a esa cifra. -¿Ha sucedido lo mismo en otros lugares de la provincia? -En Santa María del Páramo la asociación es nueva y todos los socios se han apuntado. En Sahagún ha pasado lo mismo, en Ponferrada deben andar por trescientos comercios... Viendo lo que ocurre en La Bañeza uno se plantea muy en serio si el comercio de la ciudad es consciente del problema que tiene. -¿En qué consiste ese problema? ¿Es sólo uno, como, por ejemplo, el Eroski? -En esta ciudad siempre hemos vivido de las sesenta mil personas que viven en el partido judicial. Ahora nos encontramos con que en el controno de la ciudad la población ha envejecido y los pueblos pierden habitantes. Los jubilados que se han quedado son autosuficientes, muy ahorradores, y, salvo en casos excepcionales, se trata de un grupo que no ocupa los primeros lugares en gasto. Por otra parte, lo que decían que iba a suceder con la entrada del euro se está notando realmente ahora: sí, los precios se han equiparado con Europa, lo ve cualquiera que haya salido un poco, pero no los sueldos. Se ha perdido poder adquisitivo. Y, en trecer lugar, el Ayuntamiento -no por el grupo que gobierna ahora, sino como intitución- lleva años sin preocuparse de La Bañeza ni del comercio. sirva de ejemplo la calle de Astorga, cuya obra ha costado tres o cuatro años terminarla. Son factores que crean desprestigio -incluso el cierre del centro de los fines de semana echa un poco de la ciudad a los comarcanos-, una mala imagen de la ciudad frente a otras ciudades y localidades de los alrededores. -La lista de siempre: Santa María, Astorga y Benavente, pero también van a comprar a León capital. -Han dejado que La Bañeza caiga mucho y debería haber más gente mentalizada con este problema y, además, tener en cuenta que la solución no pasa por pelear cada uno por su cuenta y riesgo. El lema de la campaña organizada con el CEL fue, en la primera fase, «compra aquí, haz La Bañeza», y, ahora es «comprando aquí siempre ganas». Aquí se tira mucho por el suelo lo propio, pero es curioso que unos amigos míos han comprado los coches, los dos de la familia, en concesionarios bañezanos y no en León o en el Bierzo. En mi escala de valores, lo primero es la familia, luego el barrio, después la ciudad, la provincia, la autonomía y, por último, el país. Es cuestión de proximidad. -La verdad es que es duro hablar de que no se llega a treinta adhesiones a esta campaña cuando el año pasado, por estas fechas, Ageba realizaba una campaña de captación de clientes con un resultado increíble. -Lo más divertido es que superamos el centenar de socios, pero si uno entra en una asociación es para algo más que para pagar la cuota. Es para participar: hay que ir a las reuniones, plantear los problemas, buscar soluciones... En la última estuvimos unos cuarenta y fue muy positiva. Se habló de peatonalización y de otros proyectos. -¿Y sacaron algo en claro del cierre del centro de la ciudad los fines de semana? -Primero tenemos que hablarlo con el Ayuntamiento y quedaría mal desvelar las conclusiones. Pero incluso y o me sorprendí de lo que se dijo. De todos modos, este es un tema en el que es necesario que el Ayuntamiento tenga sensibilidad para acoger un sentimiento. -¿Hubieran sido distinto el capítulo de la peatonalización lo hubiera llevado Ageba? -A principio del verano sí hubo cierta canalización de este asunto a través de la asociación con la primera reunión que se mantuvo con el alcalde. Se pidió que se encuestara a los afectados, porque quizá sea posible el cierre del centro si reúne unas características, si se cuenta con los afectados y se les pone de acuerdo. Todo es cuestión de hablar de pros y contras, de buscar soluciones y de ceder por ambas partes, porque por el artículo treinta y tres se llega a la situación actual. -Si retomamos el tema de la campaña del CEL, ¿cuál es la conclusión que se saca a estas alturas? -Es el primer año y a la asociación no le ha salido todo lo bien que esperábamos por culpa nuestra, por inexperiencia. Sin embargo, ha salido adelante y, aunque no se ha sumado más gente, nos beneficiamos todos, porque la publicidad está ahí. -El alcalde se entrevistó hace algunas semanas con la directora general de Comercio de la Junta, que propuso crear en La Bañeza un centro comercial abierto. ¿Le ha llamado el regidor para comentar este asunto? -La verdad es que me llamó y algo hemos hablado, pero estábamos con la campaña. Quizá todo sea cuestión de traer al gerente de León Gótico y que nos explique cómo funciona esta iniciativa, que sin duda alguna tiene ventajas y, también, unos costes que debe asumir el comercio de la zona. La gente que conozco ve esta idea de una forma positiva y rentable desde el punto de vista económico. -¿Piensa que la campaña del CEL, el centro comercial abierto y otras iniciativas se ven desde el comercio bañezano como un gasto y no como una inversión de la que se consigue una rentabilidad? -Efectivamente, se considera como un gasto y, además, lo ven como si no les afectara, cuando los primeros interesados en este tipo de iniciativas deberían ser ellos. Todas estas iniciativas se miran con lejanía, quizá por la desidia que ha existido durante muchos años en el Ayuntamiento. En el comercio de esta ciudad falta ilusión y optimismo: aunque los comerciantes no estamos para florituras, o no hacemos nada o buscamos soluciones. Desde un punto de vista personal, a mí me gustaría que mi hija se quedara a vivir en La Bañeza y eso será posible si hay oportunidades.