La Diputación reclama a la Junta datos sobre el futuro del circuito

Los alcaldes de La Bañeza y de Villamontán de la Valduerna no quieren que el esperado proyecto del circuito velocidad de sume un nuevo problema. En esta ocasión, José Miguel Palazuelo y Jerónimo Alonso pretenden «solucionar cuanto antes» las posibles dificultades que podría conllevar el hecho de que los terrenos destinados a la construcción del complejo (en Miñambres de la Valduerna) se encuentren integrados desde abril en una Zona de Especial Protección para Aves (Zepa). ¿Pueden las aves complicar la histórica reivindicación de La Bañeza? Para intentar responder a esta cuestión, los dos regidores se reunieron ayer en la Diputación Provincial con Cipriano Elías. El diputado encargado de Medio Ambiente se comprometió a ejercer como intermediario ante la Junta de Castilla y León para calibrar las posibles repercusiones medioambientales antes de que el proyecto se encuentre en una fase más avanzada. «Confiamos en que no ocurra nada», apuntó Palazuelo, que entregó toda la documentación referida al proyecto del circuito al diputado provincial. Nadie quiere hablar de una posible paralización del proyecto. «No queremos ni pensar en ello», señaló Alonso. Lo cierto es que la noticia ha llegado en mal momento. En un principio, el proyecto iba a salir a concurso a mediados de 2004. Además, la recalificación de las 400 hectáreas de los terrenos se encuentra ya en sus últimos trámites. La Zepa en cuestión, denominada Valdería-Jamuz, abarca 9.781 hectáreas de seis municipios (Villamontán, Santa Elena de Jamuz, Quintana del Marco, Castrocalbón, La Bañeza y Congosto). Su existencia se justifica en la protección del sisón, los aguiluchos pálido y cenizo, la garza real y el alcaraván. La calificación Zepa se otroga a instancias de la Unión Europea en lo que se denomina Red Natura 2000. Repercusiones Los técnicos deberán determinar los posibles daños que conllevaría la construcción de un circuito de velocidad para estas aves. De momento, ayer ya se apuntaron posibles soluciones, como la de determinar en qué épocas del año no se podría llevar a cabo actividad en el futuro complejo. Soluciones que deberá ofrecer, en todo caso, la Junta de Castilla y León. «Queremos evitar cualquier tipo de probelma», subrayó Palazuelo, que considera preferible que estas dudas se hayan planteado ahora a que hubieran aparecido en una fase posterior del proyecto. Hasta el momento, el alcalde bañezano se ha referido siempre a que la infraestructura y el espacio protegido «no son incompatibles». En españa, son innumerables los casos de proyectos paralizados por la existencia de Zepas y espacios protegidos. Desde el Plan Hidrológico Nacional hasta la línea de alta tensión Lada-Velilla. Pero las autoridades de La Bañeza y Villamontán prefieren pensar en otros ejemplos, como la Zepa declarada en pleno campo de maniobras militares del Teleno.