Valdeón y la otra subvención

SE TRATA de una nueva entrega del acostumbrado drama que protagoniza este equipo de gobierno municipal que padecemos, carecería de interés si no fuera porque constituye nuevo ejemplo de la gestión municipal de este pacto PSOE-IU. Tal es la pérdida de la cantidad de 48.000 euros que, con cargo al Fondo de Cooperación Local de Diputación para el año 2003, nos fue subvencionada al 70% para unos muros de contención en la carretera de Los Llanos a Cordiñanes. La causa, que no se tramita el expediente de contratación antes del día uno de septiembre. Ante dicha circunstancia, el día 10 del citado mes (ya fuera de plazo), nos traen al mismo pleno en que se pretenden aprobar las condiciones de contratación, incluido el pliego, unas ofertas obtenidas de ciertos contratistas con anterioridad. Claro está, nos opusimos a semejante chapuza y denunciamos en el acta lo que consideramos una ilegalidad flagrante. La prueba de que teníamos razón es que a pesar de que tienen mayoría no la contratan. Ello no les impide responsabilizarnos del desastre . La concejala de IU, en su ya acostumbrado tono de descalificación, nos cuelga el sambenito de la mala voluntad pues, según dice, les «aparecen documentos en lugares insospechados». Al día siguiente acompañamos al alcalde a Diputación mi mala voluntad y yo. Se nos compromete la gestión con la Junta de una prórroga con la recomendación de que, por parte del Ayuntamiento, se iniciaran inmediatamente los trámites para enviarles el expediente a primeros de noviembre. A pesar de todo, demostrando una inexplicable desconfianza en el compromiso de Diputación con respecto a la prórroga, y, con el pretexto de que no reciben la notificación, no se tramita el expediente. La justificación: que la prórroga llegó tarde y no se pudo hacer nada. Lamentablemente no deja de ser un pretexto. Aunque la obra se puede hacer con cargo al Fondo del año que viene, eso sí, a costa de otra, la trascendencia del hecho estriba en que pone de manifiesto una nefasta forma de actuar basada en la desconfianza, la manía persecutoria y el complejo. Todo vale, incluso a costa de perjudicar lo que representan, si, aderezado con manipulación y cierta dosis de engaño, demuestra la incompetencia del contrario. Sin duda en la seguridad de que por una parte se anula el efecto que va produciendo en el electorado la evidencia de que el pacto tuvo lugar sobretodo por intereses distintos de los expuestos, y en segundo lugar convencidos de que eso les pone a ellos el listón más bajo pues «en el estado que se lo encontraron poco podían hacer». A propósito alguno de esos intereses bastardos ya han empezado a surgir, otros se mostrarán en breve. Mientras tanto están tan ocupados con nuestra pésima gestión que casi no les queda tiempo para nada más, y a este paso no vamos a poder juzgar la suya, pues brilla por su ausencia.