Una cacería en el parque nacional acaba levantando un oso pardo

Una cacería de jabalí realizada por cazadores locales y celebrada el pasado día 4 de enero en Posada de Valdeón, dentro del parque nacional de los Picos de Europa acabó levantando un oso pardo, según confirmó la Junta de Castilla y León. En cambio, otras fuentes afirman que no se trataba de una montería de jabalí sino de una cacería de ciervas. El plantígrado apareció con motivo del ojeo realizado en los alrededores del paraje conocido como el Hoyo del Abedular, dirigiéndose a uno de los puestos ocupado por un cazador, al que llegó a acercarse a sólo unos ocho metros de distancia. Éste tuvo la sangre fría de disparar al aire, consiguiendo espantar al asustado oso, que cambió de dirección huyendo hacia otro lado, según confirmaron diversas fuentes. El representante de las asociaciones conservacionistas en la junta rectora del parque regional Picos de Europa, Carlos Cuenya, coincidió con la Junta de Castilla y León en cuanto a lo habitual de estos encuentros con osos durante las cacerías, pero señaló que estos incidentes son negativos para la especie. «Recordemos que se trata de una zona osera protegida, y que si se detecta la presencia del oso en una zona que va a ser batida, se debería cambiar el lugar de cacería hacia otro lado, no solo para evitar estar moviendo permanentemente al oso de un lado a otro durante una época delicada sino para evitar que sucesos como el de Valdeón acaben en un trágico accidente; para el oso, o, peor aún, para el cazador» manifestó Cuenya, quien recordó que los cazadores no son los que deciden el lugar de la cacería, sino el personal autorizado de la Junta. Los conservacionistas tramitarán una protesta a las autoridades de Medio Ambiente por no redirigir las cacerías hacia zonas no ocupadas por osos cuando la presencia de éstos se sepa con antelación. El oso pardo cantábrico es una especie en peligro de extinción. Algunos ejemplares frecuenta terrenos del Parque Nacional, donde el plan de uso y gestión, aprobado en 2002, estableció una moratoria de seis años permitiendo la caza.