Viñas de Valdevimbre invertirá 1,3 millones en replantar 130 hectáreas

La sociedad cooperativa Viñas de Valdevimbre, compuesta por ochenta socios, replantará un total de 130 hectáreas de prieto picudo y tempranillo en el municipio, con una inversión total cercana a los 1,3 millones de euros aportada en gran medida por las ayudas europeas destinadas a la reestructuración del sector vinícola. Valdevimbre, uno de los municipios con mayor emergencia en el sector vitivinícola leonés, se convierte con la inversión de esta cooperativa en uno de los que más apuestan por la cultura de la viña dentro de lo que es la zona incluida en la indicación Vinos de León que pronto conseguirá la Denominación de Origen. Estos vinos se producen con preferencia con uva prieto picudo en las riberas de los ríos del sur de León. En Valdevimbre se juntan, con la entrada al mercado de Viñas de Valdevimbre, cuatro iniciativas vinícolas -la sociedad de estos ochenta inversores, la conocida cooperativa de embotellado, otra agrupación de socios más y una finca privada-, lo que convierte al municipio en uno de los más deseados de la provincia a la hora de recuperar el viñedo. Viñas de Valdevimbre pretende destinar la producción a venta y lleva desde 1996 plantando cepas seleccionadas genéticamente y de alta calidad. Su objetivo es primar al prieto picudo que ocupará el 65% del terreno a replantar. En el sobrante, el 20% será de tempranillo y el resto multivarietal. Primera producción Las primeras viñas ya comenzaron a producir el año pasado, «aunque la producción fue pequeña, de unos 8.000 kilos por ser la primera finca plantada en el año 2000 que tenía 12 hectáreas», según José Antonio Montaña, el coordinador de la sociedad cooperativa. La uva era de buena calidad hasta que llegaron las lluvias que perjudicaron al cultivo en toda la provincia. Otro de los socios, Licinio Álvarez, calcula que la producción total una vez que estén en pleno rendimiento las 130 hectáreas -que albergarán unas 260.000 plantas- será de unos 800.000 kilos; este número permitiría producir una cantidad de vino que podría llenar unas 600.000 botellas. Aunque en un principio la sociedad prevé que la producción se destine a la venta, quizás haya algún replanteamiento en el futuro. «No nos podemos negar a transformación y comercialización en un futuro, pero desde luego no es prioritario», afirma Licinio Álvarez. La intención de la cooperativa es diversificar la producción, con sus uvas se podrán crear vinos rosados, tintos jóvenes y crianzas, aunque si la tendencia lo marca, también blancos. La iniciativa de Viñas de Valdevimbre surgió de la unión de ochenta propietarios de tierras que no son agricultores y que apostaron por la recuperación de las viñas arrancadas en los años 80. A día de hoy mantiene cuatro puestos de trabajo, aunque en temporada de plantación y recolección puede llegar a la veintena.