El ambiente

QUERIDO hermano: Se huele; anda la ciudad ajetreada; la cercanía del antruejo que ahora llaman carnaval; y el jacobeo. Sí querido, el jacobeo que viene a despertar a todo cristo con su aldabonazo de panacea. Porque en esto del peregrinaje creo, hermano, que nos estamos pasando un pelín. Es bueno que los andarines, ciclistas, caballistas y gentes del auto sean bien acogidos. Bien está que la Junta, la Diputación, el correspondiente Ayuntamiento y el lucero del alba hociquen ante la marea, que dicen, se avecina. Aunque las instituciones por aquello de echar las campanas al vuelo, rompen el badajo y hasta la cabezuela y esparcen los euros con la alegría del Jacinto cuando en el antruejo llevaba la caldereta llena de cernada. Montan espectáculos para dar la bienvenida y ver si se entretiene al viajero un día más por el pueblo; y con ello dan mucho circo y poco pan a los estantes porque, ahora el mismo roto vale para todos los descosidos desde Roncesvalles a Iria Flavia. Esas instituciones se acuerdan, llegando la primavera, aunque lo hayan hablado dos años antes, que dos meses adelante torrará el sol sin misericordia por esos andurriales resecos; y entonces van -ya tarde-, y plantan una fila de arbolines que de nada sirven, porque al poco se olvidan que es preciso regarlos; se secan, se replantan, se vuelven a secar y vuelta a las andadas. Echa, si no, un vistazo a algún trecho de lo que se llama Camino Histórico. Y a mayor abundamiento han plantado unas especies que ningún viejo del lugar ha visto por sus campos. Por otro lado, sin que se desprecie el turismo, no debemos caer en el monocultivo que ya estás viendo los resultados de la remolacha, y se le acercan al maíz; digo yo que habrá que buscar otros cauces aunque sea trayendo a Juan José Lucas que ya tiene guasa la medalla visto el páramo industrial de la provincia; y las perspectivas para el polígono de Astorga están más oscuras que la cocina de curar; o sea que si no hay un cambio, Ayuntamiento y Cámara tendrán que arremangarse, otra vez, y sacar adelante la ampliación. Digo yo, hermano, que ahora los créditos para ello pueden estar un poco más al alcance de la firma, que a lo mejor la presidencia de Victorino González viene bien; me han soplado que la antesala del despacho presidencial parece la explanada de Fátima Y te diré que el hermanamiento gastronómico con los de Lalín, un éxito. El Borrallo anda listo en esas promociones y sabe lo que se guisa por esos mundos; sospecho que algún día irán ellos a Lalín que está en la ribera del Deza; pues bueno es hacer lazos y de paso recordar que ya en 1635, y antes, un astorgano llamado Pedro de Junco cobraba sus buenas rentas de aquellas tierras, que por algo era arcediano de Deza en la catedral de Lugo.