Luces y sombras de Cerezal de Aliste
Según se publicó en el «Boletín Oficial de Castilla y León», las obras del trazado que se plantea construir en Zamora no necesitan pasar la evaluación de impacto ambiental
Lo del circuito de velocidad se ha convertido en una carrera, pero no por lo rápido que se gestiona el inicio de las obras de estas instalaciones, sino por la competencia que se ha establecido con otras ciudades y pueblos de la comunidad autónoma o de fuera de ella. Es el caso del circuito de Cerezal de Aliste (Zamora), el de Salamanca capital, el de Gijón y el de Galicia. El segundo y el tercero están pendientes de que los terrenos se recalifiquen en un Plan General de Ordenación Urbana que no ha salido aún en ninguna de las dos ciudades, por lo que, en lo que a tiempo se refiere, muy lentas deben ir las cosas en La Bañeza para que estos proyectos le adelanten. Galicia, cuyos estudios previos se encargaron a HCC, la misma consultora del plan director del trazado de La Bañeza, es un misterio, aunque es la Xunta la que anda empeñada en el asunto. Y, en cuanto a Zamora, existen las suficientes contradicciones como para hablar de fiasco y las evidencias necesarias como para vaticinar un adelantamiento por la derecha y en plena curva, que incluso saque de la pista al trazado bañezano. Promovido por Circuito de Muelas, S.L., el trazado del mismo nombre, cuando menos, descoloca, ya que los titulares sobre la fecha de inicio se han repetido sin que se echara un solo metro de asfalto en el paraje de Campo Piñero, en Cerezal de Aliste, término municipal de Muelas del Pan. En enero del año pasado se formaba un gran revuelo en La Bañeza al conocerse que los promotores del proyecto se entrevistaban con el consejero de Industria, Comercio y Turismo, José Luis González Vallvé, que aseguraba a la empresa todo el apoyo posible de la Junta, según los titulares de prensa. El 22 de mayo se procedía a la colocación de la primera piedra, a la que estaba previsto que asistiera Alex Crivillé, pero nada, el as de la velocidad no apareció por Cerezal, aunque la ceremonia se celebró. Sí que hubo representantes de la Diputación zamorana, pero no de la administración autonómica. Poco más se sabría por los medios de la iniciativa en el resto del 2003, pero el caso es que el 29 de enero de ese mismo año, el Bocyl publicaba una resolución de la Consejería de Medio Ambiente por la que se determinaba «el no sometimiento al procedimiento de evaluación de impacto ambiental del proyecto de circuito de velocidad permanente en Cerezal de Aliste». El proyecto Según el Bocyl , «el proyecto consiste en la creación de un circuito [...], rodeada de un cerramiento perimetral con valla y muro y otro cerramiento interior [¿] incluye aparcamiento para vehículos y otra zona de competición, que incluye la pista y las instalaciones (boxes, edificio de control, oficinas y servicios)». Medio Ambiente estima en la resolución que «no modifica los recursos naturales», ni afecta a «posibles áreas protegidas o clasificadas ambientalmente y «se considera que no va a tener una mayor incidencia negativa que la ocupación de los terrenos por el circuito». El trámite del impacto en el medio queda zanjado y el urbanístico parece que también, en diciembre del año pasado, y el 27 de enero de este año la prensa zamorana recoge que el Ayuntamiento concede la licencia de obras y, lo que es más, que una empresa salmantina, Pavimentos Asfálticos de Salamanca, será la adjudicataria de los trabajos. Desde luego, sin estudio de impacto ambiental y sin recalificación, el Ayuntamiento de Muelas del Pan difícilmente hubiera otorgado la licencia. Lo que mosquea es que el mismo diario que publicaba esta noticia anunciaba días antes que las obras iban a comenzar el 7 de enero. La homologación de la FIA Otra noticia de enero es que la empresa que promueve este circuito mantiene con la Consejería de Medio Ambiente para utilizar la pista de la base aérea contra incendios de Vivinera para los vuelos civiles que precise el circuito de velocidad. El Circuito de Muelas parece apostar fuerte en ocasiones -dicen los medios que la Federación Internacional de Automovilismo lo homologó el 17 de diciembre pasado-, aunque se dan también informaciones contradictorias por las que es difícil saber a qué atenerse.