Música en el río del Oro
EL VIAJE musical que se iniciara en Veguellina de Órbigo en octubre del 2003, llamado Música en el río del Oro, tendrá una nueva parada el 21 de febrero para ofrecernos el concierto de un cuarteto que cuenta con un alto prestigio internacional, con un repertorio selecto y con una labor pedagógica muy importante. El cuarteto Concertino está formado por Alexander Vassiliev (violín primero), Alexander Guelfat (violín segundo), Vicente Alama Tortajada (viola) y Vladimir Atapin (violonchelo). Para que los asistentes gocen al máximo de este concierto, se suma al cuarteto Concertino la colaboración al piano de Olga Semushina, alumna distinguida del legendario Nathan Perelman que desde el 1972 reside en España, actuando en las mejores salas y en los mejores conciertos del pais. Ha sido galardonada en los más prestigiosos concursos internacionales como mejor pianista acompañante y pianista de conjunto de cámara (concurso Tchaikovsky de Moscú, concurso Reina Isabel de Bruselas. concurso Internacional de Música de Cámara de París, etc... Por eso, para la cazuela de Manuela de hoy propongo los sigueintes ingredientes: Público, conciertos mensuales del ciclo Música en el Río del Oro, organizadores y responsables de tan importante evento. Para la preparación se necesita destacar la importancia de estos conciertos, porque sin duda el sábado que toca concierto crece el ambiente del pueblo y eso según están las economías actuales en esta tierra es muy de agradecer. En todos los carteles y propaganda del ciclo en general y de cada concierto en particular, leemos quién organiza, dirige, coordina, patrocina y demás todo el engranaje de este enorme tinglado musical pero hay otro gran músico y vecino de Veguellina, Luis Miguel Abello Blanco, que trabajó con relación a ideas y protocolo y que de no encontrarse en Austria, ampliando su carrera musical, de seguro estaría participando activamente en tan importante evento. Vaya para Abello el agradecimiento de todos los que seguimos este ciclo. Y para el público que asiste cada vez con más conocimiento y emoción una calurosa ovación porque está demostrando que es digno de tan insignes conciertos y de que está preparado para asumir y consumir el arte de la música.