La parodia y la tradición del antruejo rural

El carnaval en esta localidad leonesa no es carnaval. Es antruejo. La idea del disfraz veneciano pasa a último término mientras que la más antigua tradición recorre las calles velillenses. Perseguidos en la posguerra, se celebraron a escondidas desde el año 1956, hasta 1978, cuando el antruejo rural tradicional fue recuperado. La Asociación Toros y Guirrios ha realizado todos los pasos pertinentes para solicitar a la Diputación que declare esta fiesta de interés turístico provinical. Los toros y los guirrios son los personajes más destacados. El origen del guirrio no está ligado al antruejo, sino que en la Edad Media era el encargado, a primeros de año, de pedir el aguinaldo por la calles del pueblo. Perseguido por el cristianismo, todos los personajes paganos tuvieron que refugiarse en la época previa a la cuaresma. Además de estos, vestidos de blanco, otros personajes variopintos protagonizan el antruejo. Desde la gomia, que representa un dragón, a los sembradores de cernada. Como explica el presidente de la Asociación Toros y Guirrios, Emiliano Blanco, «en Velilla procuramos respetar el antruejo y vestir a cada personaje tal y como se hacía antiguamente». De este modo, los sacos, trozos de madera y las pieles y los huesos de animales son los encargados de dar la nota de color en la plaza. El transfondo de este antruejo, la fertilidad. Por un lado, la femenina, que se representa cuando los guirrios hacen saltar por encima del toro a las mozas casaderas que pescan en la plaza. Los ritos para mejorar la cosecha y la fecundidad en los animalesse reflejan en la siembra de la cernada y el arado que intentan favorecer la fertilidad de la tierra, para propiciar buenas cosechas. Otro de los personajes es llevado por dos quintos, organizadores del antruejo, que caminan bajo un yugo. La importancia del toro en la tradición de la península y su carácter de semental también tiene presencia en Velilla de la Reina. Aquí, además del que acompaña al guirrio, se suele representar con zarzas y pieles. Según explicó Blanco, todos estos «disfraces grotescos son parodias religiosas o agrícolas». «Ésta es la base del antruejo, no los disfraces», puntualizó el presidente de la Asociación Toros y Guirrios. El mal tiempo hizo sufrir a los 500 asistentes a la plaza del pueblo, aunque la mayoría soportaron el temporal para esperar al reparto del escabeche, el vino y las orejas.