| Reportaje | Toda una vida saludable |
Un centenario muy conversador y con una salud de hierro
El farmacéutico Fernando Sánchez ha traspasado la barrera de los 101 años con buen humor. Presume de ser dialogante y familiar, y recuerda los paseos de Valle Inclán por Sahagún tras buscar a agricultores
Fernando Sánchez Gómez ha alcanzado la nada despreciable edad de 101 años. Su primera titulación académica fue la de perito agrícola, pero la tradición familiar le hizo decantarse por la botica, a la que dedicó gran parte de su vida. De hecho, el Colegio Oficial de Farmacéuticos le impuso la insignia de dicho organismo cuando cumplió los 100 años, reconociendo así «su dilatada y ejemplar trayectoria profesional». Con una memoria ágil, refresca aquellos tiempos de tertulia en la rebotica de su farmacia cada mediodía y habla de las diferencias abismales entre las farmacias actuales y las de antaño. En su época, los servicios se prestaban a cambio de especies. En su laboratorio elaboraba mediante milagrosas mezclas los medicamentos que demandaban los clientes, sin duda todo un ejemplar de recetas y recuerdos que él, mejor que nadie conserva vivas en sus recetarios y su memoria. Su afición a la lectura y al fútbol ocupa buena parte de su tiempo. Presume de ser dialogante y familiar con sus hijos, bebe algún vino y fuma tabaco rubio. En estos momentos, sus 101 años son como una más de las etapas recorridas en el tiempo, sin que le preocupe el horizonte de su dilatada vida. Hoy se siente querido y reconocido por cuantos viven en la villa, y como muestra, sirva la cordial visita que le efectuó el alcalde, José Manuel Lora, que con agenda en mano ha considerado la fecha, como una de importante significado dentro de la vida común de Sahagún. Fernando Sánchez revivió la visita de Valle Inclán, paseando por los portales de la plaza mayor, interesándose por la situación de los numerosos gallegos que acudían hasta la villa a realizar labores de la recolección y tareas del campo.