¡A votar!

EL PRÓXIMO 14 de marzo, a una semana exacta de la primavera, mucha gente pensamos que esta debería de llegar con anterioridad, en forma de esperanza, porque tras sufrir durante ocho años seguidos un gobierno monocolor del PP, aguantando su prepotencia y malos modos, su manera de hacer política con los viejos tics de, o conmigo o contra mí, debería de terminar ya. Recuerdo un 28 de octubre del año 1982, cuando apelando al voto útil el PSOE ganó las elecciones por goleada. Me libró de votarles una gripe morrocotuda con más de cuarenta de fiebre. Convencido me tenían Tines y otros socialistas de los de corazón para hacerlo. Años después, cuando nos metieron en la Otan con calzador, me alegré de aquella gripe y de no haberles votado. Luego vino lo que vino y nunca creí en ellos tanto como para depositar mi confianza en forma de voto... Hoy, 22 años más tarde la historia parece repetirse, o votamos el palo y tentetieso de la derecha, crecida hasta unos límites increíbles, o hacemos uso del voto útil, porque ya me dirán si en esta provincia sería muy congruente el votar a un PP encabezado por el resucitado Morano, que parece tener el don de estar siempre, aunque hoy aparezca renegando de aquello que le hizo estar donde está, de una leonesismo folklórico y populista del que ha dejado bastantes herederos. Ahora que el 14 de marzo está a la vuelta de la esquina parece ser que van a hacer en Laciana un reconversión minera modélica, o al menos es lo que predican. Ocasión tuvieron para ello y no hicieron nada de nada. Por no haber, ni pusieron en funcionamiento el hospital que Laciana hace poco les demandaba en la calle. ¿Y los otros? Deberemos de tener confianza en el PSOE que tampoco nada hizo por estos valles. Hombre, si solamente miramos los números uno de cada candidatura, hay una ligera diferencia. A José Antonio Alonso se le podría dar un voto de confianza. Por el contrario, a Morano que se le escucha últimamente en los spots radiofónicos anunciar, a bombo y platillo una futura ley de protección a la mujer ante las agresiones, se le debería de recordar que él era de los que defendía a capa y espada al impresentable Ismael Álvarez. Corramos un tupido velo... Como lacianiegos, deberíamos de ir a votar el próximo 14 de marzo con la esperanza de que una nueva primavera brillará en Laciana. No olvidemos que no estamos votando a Zapatero ni a Rajoy, aunque indirectamente llevemos a uno o a otro a la Moncloa. Zapatero es leonés y todas nuestras esperanzas van con él. No olvidemos que dos paisanos nuestros, de este pequeño país que es Laciana. van en las listas del Senado. Uno es Guillermo Murias por Izquierda Unida, la otra es Ana Luisa Durán por el PSOE. Si alguien hará algo defendiendo a Laciana y a los lacianiegos quién mejor que ellos. Pero eso cuando el próximo domingo depositemos el voto en la urna deberemos de pensar que lo hacemos con la esperanza de unos tiempos mejores para Laciana. Lugar habrá luego de demandarles a los del PSOE si ganan esas promesa de un parador de turismo, de una reconversión de la minería real y no fundamentada en prejubilaciones y más prejubilaciones. Para ello deberemos de votar por ese cambio necesario en el país y por llevar a los nuestros al Senado como leoneses y como lacianiegos es nuestra obligación hacerlo.