Derriban alrededor de ochenta chopos en La Estacada y las piscinas
Las enfermedades que presentaban los chopos han sido la causa de que más de ochenta de ellos fueran derribados ayer en la el Camino de la Estaca y las piscinas municipales, ante el peligro de que algunos caigan sobre la calzada o dentro del recinto de ocio, según manifestaba ayer el concejal delegado de Urbanismo y Obras, Felipe Alba. Los árboles que se encontraban en el camino, que sirve de entrada a dos fábricas de la ciudad, eran propiedad de la Comunidad de Regantes de la Estacada y a media tarde de ayer se había procedido al derribo de cerca de sesenta de ellos. Pocos más quedaban por caer sobre las seis de la tarde. En cuanto a los chopos de la piscina, el número de los que se pensaban tirar rondaba la veintena, tanto por encontrarse podridos en su interior como por la inclinación que presentan muchos de ellos, lo que podría suponer su caída en el recinto o, en el peor de los casos, sobre los usuarios de la piscina, provocando una desgracia, según manifestó el edil. Caída guiada Las parcelas adyacentes al Camino de la Estaca se convirtieron ayer en improvisado almacén de madera. Los troncos, que se apartaban del camino según caían con una máquina apropiada para este fin, se dividían, en ocasiones, en varias partes, con el fin de facilitar su transporte. Por otra parte, el tráfico no quedó completamente interrumpido a lo largo de la jornada debido a estos trabajos. Sólo se impedía el paso de vehículos cuando los troncos iban a caer y hasta que se despejaba la calzada. Por otra parte, hubo que guiar la caída de algunos chopos para que no cayeran sobre la valla de las piscinas. Uno de los árboles del interior de la piscina, en mal estado, se sujeta en la actualidad gracias al vallado de las instalaciones municipales.