Eroski compra a un vecino de Alija 220 metros cuadrados de terreno

La súbita aparición de un propietario en los terrenos de la Vega de Arriba, donde se construye el Eroski, que delimitó una porción de suelo junto a la carretera nacional VI, donde aseguraba poseer una finca de 220 metros cuadrados ya tiene solución y no se espera que nuevos contratiempos entorpezcan la construcción de la gran superficie comercial, donde ayer se comenzaron a pilotar los cimientos. El caso es que Fernando Lera, vecino de Alija, se presentó en la Vega de Arriba el pasado 11 de marzo, donde marcó una porción de terreno que reclamaba como suya y obligó a la dirección de la obra del Eroski, que se afanaba entonces en la preparación del terreno, a correr el vallado que evita el paso a la obra en la intersección de la calle del General Benavides con la Nacional VI, donde, aseguraba, tenía su propiedad. Las afirmaciones del vecino de Alija resultaron ciertas, pese a que se le tachó de oportunista desde el grupo, y comenzó lo que para Lera constituía la solución. Ayer, en conversación telefónica, Fernando Lera, copropietario del terreno con su mujer, confirmó a este periódico la solución: la compra por parte del Grupo Eroski de los 220 metros cuadrados que, según constaba en el Registro de la Propiedad, le pertenecían. Sin embargo, el ya ex propietario prefirió conservar en secreto el importe de la operación, aunque dijo que ésta se cerró antes de Semana Santa, el 6 de abril, casi con toda probabilidad. Que ya había solución parecía patente desde que el pasado lunes se viera que el vallado que se había corrido para dejar sitio a la finca había regresado a su ubicación original y que el terreno recibía el mismo tratamiento que el resto de la finca destinada a hipermercado. Algunas fuentes calculan que Eroski habría pagado unos 12.000 euros por estos 220 metros cuadrados. Cimientos de puente De momento, el Grupo Eroski posee licencia para una gasolinera, que se situará junto al centro comercial, y construir hasta la cota cero -a ras de suelo-, si bien no cimentará el hipermercado abriendo un gran agujero, sino pilotando al igual que si se tratara de un puente. Esta obra de ingeniería comenzó ayer mismo y, según se ha podido saber, el pilotaje, con hormigón armado, se efectúa a una profundidad de unos once metros y, en algunos casos, es necesario profundizar aún más hasta encontrar un estrato que aguante lo suficiente, ya que se trata de un terreno que en otro tiempo pudo ser el lecho del río. Para realizar esta labor, en la Vega de Arriba se encontraban ayer una enorme grúa o pluma y una máquina de pilotar. La segunda de éstas agujereaba el suelo dejando un tubo dentro, mientras que con la primera se traslada el hormigón que se mete en su interior, con un armazón de hierros. En total serán unos 130 pilotes los que sostengan el hipermercado. En el resto de la explanada, los camiones continúan descargando zahorra, que se distribuye y compacta luego con otras máquinas.