Una tradición en auge

Cientos de romeros inundaron ayer la campa que rodea a la ermita de la virgen del Puente para festejar a san Marcos y comer al aire libre el pan y el queso que se reparte tradicionalmente. El Ayuntamiento colocó bancos y mesas para ayudar a las numerosas familias que se sumaron a la fiesta. Por la tarde, la recuperación del baile de la Tantárida, junto con la actuación de los dulzaineros, animaron la jornada festiva recordando tiempos pasados, que permitieron cubrir a ritmo de caja y tamboril el espacio que separa la ermita de la localidad de Sahagún, a través del Camino de Santiago. La comida, hoy para los niños Los organizadores municipales temieron que las 2.000 raciones de pan y queso y las 500 botellas de limonada que habían preparado fueran escasas, pero se completaron con bolsas de cacahuetes y avellanas y con caracoles típicos de la época. La cantidad preparada dejó a todos satisfechos. Hoy lunes, se entregarán otras trescientas raciones entre los escolares del colegio Fraile Bernardino, en la hora del recreo. Numerosos peregrinos a Compostela quisieron participar en la celebración, disfrutando de la fiesta y del manjar que recibieron de forma inesperada. Confesaron su satisfacción ante tanta hospitalidad a la hora de continuar el trayecto. El templo resultó insuficiente ante la avalancha de público que quiso estar presente en la celebración eucarística oficiada por Sebastián de la Barga, párroco de Sahagún.