Un detenido arranca de la pared la puerta de la celda que ocupaba

La demolición de la cárcel del partido judicial pudo hacer suponer que la ciudad no volvería a ser escenario de un motín de presos, algo a lo que se parecen en algo los hechos sucedidos este sábado en las dependencias policiales del municipio, cuando tres hombres, todos ellos de nacionalidad portuguesa, se encontraban en los calabozos, tras haber sido detenidos por efectivos de la Guardia Civil del acuartelamiento de Truchas. Los detenidos se encontraban bajo custodia de la Policía Local de La Bañeza pese a haber sido detenidos en el municipio de Truchas -partido judicial de Astorga-. Al parecer, la Guardia Civil los encontró en posesión de un vehículo de gama alta -un BMW, del que no se ha podido precisar el modelo-, que había sido sustraído. El ingreso en los calabozos de la Policía Local de La Bañeza se produjo en la madrugada del sábado y, después de comer, sobre las cuatro de la tarde, se dieron los desórdenes en las dependencias. Uno de los detenidos, cuya identidad no fue facilitada, comenzó a golpear y empujar la puerta de su celda -de madera, pero acorazada en su interior con una chapa- hasta conseguir que el marco -también de madera- y la hoja se separaran de la pared. Ante las maniobras que iniciaba este hombre, que se encontraba bajo los efectos de un ataque de ansiedad, el policía local al cargo avisó a los agentes de la Guardia Civil y cerró la instalación. Intervención policial Antes de que los agentes del cuerpo de seguridad entraran en el recinto, el detenido que había reventado la puerta pudo, con una barra que se utiliza para reforzar una puerta, romper el cerrojo de otra de las celdas para liberar a otro de los detenidos, que, según fuentes policiales, había arrancado la taza del váter que se encontraba en la celda que ocupaba y la había hecho pedazos al estrellarla contra el suelo, según parece. Cinco guardias civiles y el agente de la Policía Local responsable de los calabozos redujeron a ambos individuos antes de que continuaran los destrozos o se dieran a la fuga. Posteriormente, el hombre que supuestamente dio origen a este desorden fue trasladado al Centro de Salud Juan de Ferreras, donde fue atendido de un ataque de ansiedad. Antes de las seis de la tarde del sábado, la Guardia Civil condujo a los tres detenidos hasta Astorga, ciudad en la que deben compadecer ante la Justicia. Posible remodelación Desde la jefatura de la Policía Local se prohibió fotografiar los calabozos a los medios de comunicación, alegando motivos de seguridad y la imposibilidad de haber mostrado al alcalde de la ciudad los destrozos ocasionados, dado que los hechos se produjeron en día festivo. Los calabozos de La Bañeza se encuentran sobre lo que en breve será la nueva comisaría de la ciudad, cuyas obras acomete el Taller de Empleo La Casona, y ya se ha comentado la posibilidad de remozarlos, para lograr una mayor seguridad tanto de los detenidos como de los vigilantes.