El presidente, Óscar Pisabarro, se reunió con el obispo de Astorga que le manifestó interés en la obraSanta María del Páramo
La junta vecinal solicitará ayudas para reconstruir el campanario
El Ayuntamiento tiene una memoria de 110.000 euros para levantar una nueva torre
El presidente de la junta vecinal de Pozuelo del Páramo, Óscar Pisabarro, delante de la iglesia
La junta vecinal de Pozuelo del Páramo está realizando todos los trámites a su alcance y buscando todas las ayudas posibles para que se construya la torre-campanario de la iglesia parroquial de San Pelayo que se vino abajo hace aproximadamente un año. El pasado jueves, 22 de abril, el presidente de la localidad paramesa, Óscar Pisabarro, se reunió con el obispo de Astorga, Camilo Lorenzo, para tratar el tema. Según Pisabarro el encuentro fue muy cordial y el obispo le manifestó su interés en que la torre se reconstruya cuanto antes pero que la concesión de las subvenciones no dependen del obispado sino del convenio firmado entre la Junta de Castilla y León, la Diputación y el propio Obispado y que se otorgan por orden de prioridad y el caso de Pozuelo no es excesivamente prioritario. Según el presidente de la junta vecinal se está estudiando solicitar a la Junta o a Patrimonio subvenciones y ayudas para poder hacer frente a las obras y levantar la torre. Pisabarro informó que desde el ayuntamiento ya se ha realizado una memoria valorada para proceder a su reconstrucción. En dicha memoria se contempla construir una torre campanario totalmente nueva y exactamente igual a la que se cayó. Se trataría de construir una espadaña toda de piedra. Las obras incluirían también la construcción de un forjado a la altura del campanario para poder acceder al mismo. Además se han estudiado todos los detalles. Tanto que la memoria incluye la construcción de un espacio especial metálico para el nido de la cigüeña. Todas estas obras tendrían un coste de 110.000 euros. Finalmente el presidente de la junta vecinal quiso salir al paso de las acusaciones hechas por varios vecinos. «Se ha culpado al obispado y a las autoridades municipales por el derrumbe de la torre. Se cayó por un problema de aguas y humedades y si se hubiera invertido el dinero previsto para sujetarla se hubiese caído igual y ese dinero estaría perdido. Ahora estamos haciendo todo lo posible para poder tener una nueva igual a ala anterior cuanto antes», señaló Óscar Pisabarro.