| Reportaje | Cruz de Mayo |
Folclore y devoción
La Cofradía de la Santa Vera Cruz y Confalón celebró ayer su fiesta anual, una tradición que data al menos del siglo XV, con una procesión de su paso titular y un cocido maragato
La Cofradía de la Santa Vera Cruz y Confalón procesionó ayer su paso titular, la Cruz Dorada, elaborada en 1789, en el marco de la Cruz de Mayo en la que la hermandad celebra su fiesta anual. El desfile, que hubo de ser acortado por el mal tiempo -que deparó incluso una ligera granizada sobre la comitiva- iba encabezado por el Confalón y por el Grupo Folclórico Maragato, hermano mayor honorario de la Vera Cruz. La agrupación, que mostró el atuendo típico y acompañó su recorrido con música tradicional, reverenciaba a la Cruz Dorada que portaban una veintena de braceros. Completaban el cortejo la banda de cornetas y tambores de la cofradía y las autoridades y representaciones de otras hermandades de la ciudad y la comarca, y de la cofradía leonesa del Santo Cristo del Desenclavo, con la que la astorgana está hermanada desde 1999. Toma de posesión Antes del desfile la Vera Cruz celebró una misa en la iglesia de los Padres Redentoristas durante la cual tomó posesión de su cargo Pedro Carlos Álvarez Mirantes, gobernador del Paso del San Pedro. Además, también durante el ofertorio, la cofradía entregó 33 cartas de pago a los hermanos que han cumplido 15 años ininterrumpidos en la Vera Cruz, como símbolo de esta vinculación. En la consagración el Grupo Folclórico Maragato interpretó el himno nacional. Tras la misa la Vera Cruz dio a besar su Lignum Crucis, que se encuentra en un relicario de bronce a los pies de la Cruz Dorada. La celebración finalizó con un vino español para los asistentes y con un cocido maragato de hermandad que reunió a medio centenar de cofrades. La cofradía ha celebrado la Cruz de Mayo desde que fue creada, en algún momento anterior al año 1475 en el que está fechado su documento más antiguo conservado. Los hermanos, que festejaban también la Cruz de Septiembre, portaban originariamente la Cruz Verde. Ya en la época contemporánea la Vera Cruz abandonó de forma definitiva la celebración de la jornada de verano y se produjo un parón en la de primavera. En la década de los ochenta los hermanos retomaron esta última.