El laico que enseñaba a los sacerdotes

Sacerdotes y religiosos de la diócesis de Astorga se reunieron ayer en el seminario de la sede episcopal para celebrar un día de convivencia con motivo de la fiesta del patrón del clero español, San Juan de Ávila, cuya celebración litúrgica está prevista en el calendario para mañana lunes. Esta jornada, habitual en la diócesis, sirve, además, como homenaje a los sacerdotes que cumplen sus bodas de oro o de plata de su ordenación como presbíteros y, como también es costumbre, se inició con una misa, presidida por el obispo, para, más tarde, escuchar una conferencia de materia religiosa y ya pasar al homenaje citado. Este año, el encargado de hablar a sacerdotes y religiosos fue un laico, abogado, casado y con hijos, que desarrolló en el aula magna del seminario el tema La pastoral juvenil: una prioridad . Cierto es que en la sala incluso se encontraba algún seminarista y que en el colectivo que celebraba la fiesta hay gente de todas las edades, pero también es verdad que, con el paso del tiempo, la media de edad de sacerdotes y religiosos sube; pero allí estaba Víctor Cortizo, del Departamento de Juventud de la Conferencia Episcopal Española, diciendo a venerables sacerdotes que llegaron incluso a tocar su cabeza con teja que «pongan un joven en su vida», ante lo que se ve como un distanciamiento de los jóvenes de la Iglesia, para evitar «el miedo a que se marchen a la universidad porque van a perder la fe, en vez de enfocarlo como una ocasión de que haya un número de apóstoles en la universidad hablando de Cristo», explicaba el responsable de Pastoral Juvenil, que invitaba a los presentes, pese a su edad, a acompañar a los jóvenes en sus planes». El propio obispo, monseñor Camilo Lorenzo, agradeció al ponente sus planteamientos sobre un mundo, el de lo jóvenes «que nos hemos planteado con miedo y desconfianza y al que hemos mirado con pesimismo. Sin embargo, hoy hemos aprendido que no hay que ser joven para estar con los jóvenes». El homenaje Ya de manera más informal, se hizo referencia a cada uno de los sacerdotes que cumplían los cincuenta o veinticinco años de ministerio. Una lista formada por Francisco Blanco, José María Llamas, Magín de Prada, Manuel Caballero, Patricio Vara, Santiago Martínez y Jesús Molero , como sacerdotes más veteranos, y por Manuel Álvarez, José María Arias, Belisario Chaos y Francisco Turrado como colegas con menos experiencia. A cada uno de ellos se dedicaron unas breves y amigables palabras y se les entregó un obsequio. Los actos en honor de San Juan de Ávila terminaron con una comida para los asistentes.