Turismo rural

AUNQUE para muchos el turismo rural va a ser la panacea a todos los males, no solo de Laciana sino de toda la montaña leonesa, no se le ven maneras, de momento, de ser nada, a algo que está disperso y poco controlado. Deberá de ser, unido y dependiente de la conservación del medio ambiente, un sector muy importante, pero siempre y cuando exista algún control por parte de la administración, bien municipal, bien provincial. No podemos trabajar cada uno a su bola y acabar con la gallina de los huevos de oro antes de que esta comience a ponerlos. Para ello, deben de moverse subvenciones, debe de emplearse dinero público, pero no de una manera ligera, hay que sentar antes unas bases entre lo que es una casa rural y lo que es pura y dura chabacanería. Por eso, el control deberá de corresponder de alguna manera a las instituciones que inviertan los dineros públicos en ello. Laciana, al igual que Babia, Omaña y otras muchas comarcas de la montaña tiene el ingrediente básico y fundamental (de momento) para vender un turismo de calidad. Tiene un entorno que, aunque deteriorándose más cada día que pasa, todavía conserva mucho de su encanto natural. Nuestros montes, nuestros ríos, nuestras brañas, nuestras debesas, aún continúan siendo (allí donde no las han arrasado) lugares dignos de visitar para aquellos que buscan una paz y una armonía que les sería difícil de alcanzar en una playa multitudinaria. No debemos de olvidar que el turismo que Laciana puede ofertar al público es de una calidad incalculable en cuanto al entorno, pero debe de ser controlado el sector hostelero para que no caiga, como antes decía, en el ir en busca de un dinero fácil. Hay que trabajar mucho adecuándolo todo y esto bien debería de hacerse desde el Ayuntamiento. Y si el Ayuntamiento no se encuentra capacitado para ello, que busque el asesoramiento de la Diputación, de la Delegación de la Junta, o de algún tipo de organismo del tipo de la asociación Cuatro Valles. Pero, lo que no podemos es dejar pasar el tren de un sector que está comenzando a ser muy importante en otras zonas y, del que posiblemente podamos depender en un futuro muy cercano. Para ello, deberíamos de observar Concejos cercanos en el espacio, como puede ser Somiedo y tratar de sentar unas bases de desarrollo similares a lo que ellos tienen en sus pueblos. Pero, como digo, hay que comenzar a caminar ya, no podemos dejar pasar el tiempo esperando que va a venir alguien de fuera a hacer lo que debemos de hacer nosotros. Para comenzar a hacer algo al respecto se deben de dictar normas y si ya las hay, se deben de hacer cumplir, tales como que prohíban a cada vecinos construir, pintar, rehabilitar casas en los pueblos, cada uno a su libre albedrío. Solamente hay que visitar algunas de nuestras brañas, donde en lugar de rehabilitar las antiguas cabañas de piedra y teito, o losa, se construyeron verdaderos chalets con antena parabólica incluida. Todo esto deberá de descartarse si lo que queremos es vender belleza y armonía natural. 0Desde el Ayuntamiento deben de comenzar a trabajar al respecto, es el momento de invertir en futuro y nadie mejor para encauzarlo todo que aquellos que dirijen los destinos de los lacianiegos. No olvidemos que en nuestro alrededor se encuentra el futuro, no vamos a esperar nuevas reconversiones por parte de nadie a la vista de lo que han significado las anteriores. Es el momento de pensar en el mañana.