Cerrar
Publicado por
VICENTE Á. COLLAR
León

Creado:

Actualizado:

DECÍA hace quince días que el oso, se pasea campando a sus anchas por los alrededores de la capital del valle, mientras un duermevela se apodera de todos los lacianiegos. Muchos con la espada de Damocles sobre sus cabezas ante el incierto futuro que se avecina; otros gozando de una dorada prejubilación sin pensar en otra cosa que no sea uno mismo; unos pocos pensando que Laciana siempre fue tierra de lucha y que no podemos entregarnos a uno sino incierto sin luchar. Pero, probablemente todos durmiendo, mientras ese oso sin nombre dudaba entre meterse en Villablino, cosa que no haría al contemplar uno de las poblaciones más horribles de la provincia, construida sin criterio alguno, y volver a las alturas que poco a poco le han ido condenando sus protectores, los hombres. Me había prometido a mí mismo no volver a escribir sobre los osos y su vida de perros, sino díganme que otra cosa es que una vida perruna, la de un animal que fue el dueño y señor de nuestros montes desde tiempos inmemoriales, al que, poco a poco el ser humano y su insaciable codicia han ido arrinconando, aislando y metiendo en un atolladero del que le costará mucho tiempo salir. Lo había prometido, más que nada, porque con ser el oso pardo cantábrico un animal emblemático donde los haya, y ser muy importante su conservación, pienso que más importante que el mismo es el ser humano, y ha de primar, por encima de la conservación de una especie animal, la del propio hombre, ya que deberíamos de anteponer que, aunque la destrucción de nuestro entorno sea muy importante para el oso, lo es tan vital para el lacianiego que tiene pensado vivir en nuestro Valle cuando todo lo explotable se haya acabado. Por eso, aunque estemos en contra de que se arrase con todo por defender al oso, deberemos de anteponer a su defensa la del propio hombre... Decía yo, que por fin había abierto la boca Guillermo Palomero, el otrora defensor a capa y espada del oso, al que se le instó en muchas ocasiones desde diversos foros para que opinase al respecto y pudimos comprobar sorprendidos que, aquel que antaño subía a los montes de Robles y demostraba con pelos y señales que una osa pasaba el invierno a caballo entre la Buiriza de Sosas, Robles y Lumajo; decía que donde había dicho digo había querido decir Diego... Siempre teorizando que si el oso pardo tenía sus mayores enemigos en el furtiveo, que si los cielos abiertos apenas molestaban, etcétera... Pero al parecer ha llegado ya el tiempo de la verdad y ahora le descubrimos de nuevo, como el defensor del oso pardo (por cierto, creo que no hace nada extraordinario ya que cobra por ello). La verdad es que para la mayor parte de los abusos cometidos sus denuncias llegan un poco tarde. No tenemos más que observar que el robledal que denuncia ha sido arrasado por MSP en los montes de Orallo; la falta de entubado de un arroyo, hoy tapado con una escombrera; el caso omiso que se hace por parte de la empresa de plantar frutales silvestres autóctonos antes de comenzar a explotar, todas estas irregularidades ya han sido denunciadas por la Asociación Laciana Para la Defensa de la Naturaleza en su momento, así como por parte de alguna concejala lacianiega... Todas estas cuestiones, como se puede comprobar, han ido ya puestas en conocimiento de las autoridades medioambientales, provinciales, autonómicas, españolas y europeas, así como del Defensor del Pueblo y del Procurador del Común. Otra cosa distinta es que se hayan dado por aludidos, a no ser la comisaria europea de Medio Ambiente, señora Margott Wallström, que como todos sabemos ha tomado cartas en el asunto. ¿Será por esto por lo que, al igual que el oso se desencama por el ruido cercano, algunos salen de su letargo y comienzan a denunciar...? Continuará...

Cargando contenidos...