Los socialistas califican la situación actual de la factoría como la de un «fracaso industrial»
El PSOE critica a la Junta por no controlar la subvención a Enervisa
Martínez asegura que la comarca sufre otra tragedia en la que se juega con las ilusiones de los habitantes
El PSOE leonés criticó ayer a la Junta por no hacer un seguimiento efectivo de las subvenciones otorgadas a Enervisa, así como de la evolución de la empresa que ha puesto en marcha un expediente de regulación de empleo que afecta a 61 trabajadores, que al final ha resultado «el fracaso de un proyecto industrial», según el procurador Antonio Losa. El fiasco se concreta en pérdidas que superan los 40 millones de euros en cuatro años y 61 despidos que demuestran la inviabilidad de este proyecto y la gran ineficacia de los gestores de la empresa, en opinión de los socialistas. Este partido político también cree que no se ha acertado en la aplicación de las ayudas públicas que han sido utilizadas de forma indebida al tiempo que ha fracasado la política industrial del Partido Popular por la negligencia en el seguimiento del proceso de este centro de trabajo. Iniciativas parlamentarias «La Junta sólo persigue la foto y la propaganda; el resto, que es lo importante, velar por los dineros públicos de los ciudadanos, no lo miran ni les importa», concluyó Antonio Losa. Por todo ello, los socialistas acaban de presentar cuatro iniciativas en el registro de las Cortes de Castilla y León para conocer lo ocurrido en Enervisa y Antibióticos y poner los pilares para que estas situaciones no se vuelvan a repetir en el futuro. Por su parte, el secretario general socialista, Miguel Martínez, recordó que esta comarca vuelve a sufrir una nueva tragedia en la que se juega con sus habitantes y todas sus ilusiones. Martínez recalcó que «el Gobierno de Castilla y León es el único responsable que pasa de gestionar y controlar las subvenciones que reciben las empresas de la comunidad autónoma». El alcalde de Cistierna, Nicanor Sen, declaró que «ahora nos damos cuenta de que lo que se nos vendió se vino abajo». La institución que preside está muy preocupada por esta circunstancia que supone un duro golpe para Cistierna y toda la montaña oriental. Sen demandó soluciones y el apoyo de la Junta, que debía haber controlado a la empresa.