Diario de León

La negociación con los acreedores es vital para salvar la empresa, que sin un acuerdo cerraría

Enervisa propone a 61 empleados que críen ganado para vendérselo

Quiere mantener sólo el cebadero y el matadero y vender los invernaderos a una tercera industria

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J.A.O. / A.G. Puente - león
León

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La dirección de Enervisa, la empresa de cebo, engorde y venta de ganado vacuno de calidad instalada en el polígono de Vidanes (Cistierna), dio a conocer ayer al comité de empresa sus planes para tratar de enjugar los 44 millones de euros de deuda que arrastra y los planes para tratar de salvarla en la mayor medida posible; pasa sobretodo por ofrecer a los trabajadores que lo deseen que se conviertan en ganaderos asociados, o cooperativistas, a los que se garantizaría la compra de reses por Enervisa, siguiendo el modelo de la cercana Neal. No obstante, la operación se condiciona en todo a alcanzar acuerdos con los acreedores, principalmente banca privada y el Instituto de Crédito Oficial (ICO), para renegociar la deuda a largo plazo. De lo contrario, advirtieron ayer a los trabajadores, no habrá posibilidad alguna de salvar nada de una industria que emplea a 119 personas. Por el momento, han alcanzado un acuerdo para mes y medio, que permite no presentar el expediente de regulación de empleo para 61 trabajadores y que la Junta pretende que pase por un a suspensión temporal de empleo por tres o cuatro meses y bajas incentivadas (estas últimas ya las ofrece la empresa a razón de un mes por año trabajado y nueve trabajadores ya la han aceptado). El presidente del comité, Francisco Ramos, explicó que según se les trasladó ayer Enervisa ha llegado a la práctica quiebra técnica fundamentalmente porque el forraje «hidropónico» por el que apostó para cebar el ganado y que se cultiva en invernaderos en Vidanes no ha calado como garantía de calidad de la carne entre los compradores y consumidores, que no ven diferencia con métodos tradicionales. Por eso, la empresa anuncia que va a prescindir de estas enormes instalaciones y va cebar el ganado con piensos y forraje normal. La empresa pretende, para obtener ingresos -siempre condicionado al acuerdo previo con los acreedores- vender los invernaderos a otra empresa que los desee para cualquier negocio, algo que según Ramos la Junta está dispuesta a apoyar buscando interesados. El expediente Del cierre de estas instalaciones saldría el excedente de 61 trabajadores, a los que se les propone crear cooperativas o ser autónomos asociados que vendan su ganado en exclusiva y en su totalidad a Enervisa, con una producción fija. La empresa paraliza además el expediente de regulación de momento y por eso la Junta y los trabajadores piden que sea temporal; porque además, si llegan a buen puerto las negociaciones con los acreedores, se podrían recolocar también, mediante acuerdos, en la posible empresa que utilizara los invernaderos para otro negocio. El comité entiende no obstante que otra solución es buscar prejubilaciones para quien pueda cumplir requisitos (muchos son ex mineros y tienen coeficientes reductores), algo que se podría negociar con la Junta que está dispuesta a ello. Además, cree que 58 trabajadores es menos de lo que necesita la empresa aún cerrando los invernaderos, puesto que se mantiene el cebadero, el matadero (donde Enervisa se plantea también el evasado de producto) y la planta de compost. Estiman que podrían ser unos diez más los que no perdieran el empleo. No obstante, «está todo muy verde, todo. Nosotros buscamos una alternativa para que cuanta más gente quede, mejor», concluye Ramos.

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