Diario de León

Fueron recogidas y entregadas por personas que paseaban por el monte

El centro de fauna silvestre acoge dos crías de corzo y rebeco

El responsable del centro advierte del peligro que supone para ellas recogerlas en el mes de junio

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Cristina Vergara - corresponsal | villaseca
León

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El Centro de Acogida Temporal de Fauna Silvestre El Soto, ubicado en el barrio de La Fábrica de la localidad de Villaseca de Laciana, ha recogido en las últimas semanas dos crías de corzo y rebeco, que fueron recogidas por particulares mientras paseaban por el monte. La cría de rebeco llegó al centro con seis días de vida, después de que un vecino la encontrara en la braña de Robles de Laciana, mientras que la de corzo fue llevada a El Soto por miembros de la patrulla del Seprona de Ponferrada y se encuentra en periodo de recuperación. El responsable del centro, Alfonso González, explica que en los meses de mayo y junio «es cuando nacen las crías de estas especies de cérvidos y por ignorancia o falta de conocimiento muchas de ellas acaban llegando a centros de recuperación, lo que se está convirtiendo en un verdadero problema». En este sentido, advierte del peligro que supone recoger en el monte este tipo de animales, señalando que «se piensa que el animal está abandonado y se recoge, cuando la realidad es todo lo contrario y lo que estamos haciendo es separar a la cría de la madre». Las hembras de corzo más viejas suelen parir en mayo y las más jóvenes a principios de este mes de junio, preparando una cama en medio de un prado al amparo de las hierbas altas o en el bosque entre las zarzas o helechos. Allí las crías permanecen solas y ocultas los primeros días de su nacimiento y la madre acude a amamantarlas cada ciertas horas. Estas crías, apunta el responsable del centro,«carecen de olor, estrategia natural para pasar desapercibidas de los posibles depredadores, por lo que si las tocamos su madre se percatará de que el olor es familiar con el ser humano y posiblemente la abandonará, llegando a morir por inanición o siendo presa de los depredadores». Por ello, Alfonso González recomienda que cuando una persona encuentra en el monte una cría de cualquier especie silvestre «no debe tocarla porque podría provocar el rechazo de la madre, ni tampoco recogerla pensando que está abandonada, lo mejor es sólo observarla».

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