La iglesia de San Martín dejará la uralita y lucirá su aspecto original

La parroquia de Jiménez de Jamuz retrocede cinco siglos en el tiempo para retomar su aspecto original, el que le dieron sus constructores, y eliminar añadidos que afean el templo, como el tejado de fibrocemento -uralita, en el lenguaje coloquial- que, a dos aguas, cubre la iglesia de San Martín. Así se contempla en el programa Arquimilenios, por el cual la Junta de Castilla y León destinará 186.301 euros a su restauración, según aprobó ayer el Consejo de Gobierno. El programa citado -que depende de la Consejería de Fomento y, dentro de ésta, de la Dirección General de la Vivienda, Urbanismo y Ordenación del Territorio- prevé el arreglo de inmuebles que pese a no estar catalogados como monumentos o bienes de interés cultural, forman parte del patrimonio arquitectónico de la comunidad autónoma. En el interior, la iglesia de San Martín conserva un artesonado mudéjar más antiguo que el templo, un retablo del siglo XVII -obra del bañezano Antonio Brasa Ortiz- y, en la capilla del Cristo de los Milagros, se encuentran otro retablo de esta época y un crucificado del XVI o el XVII, según describe el sitio oficial del Ayuntamiento de Santa Elena de Jamuz en Internet. Nuevas escaleras La restauración se encamina de un modo especial a eliminar elementos añadidos y recupera el trazado de una espadaña de tres vanos, eliminando la caja de las escaleras, de factura moderna, y dotándole de los peldaños precisos para subir a la torre y de un balcón en el que poder ejecutar los repiques y volteos de campanas típicos de la localidad, como sucederá este mismo fin de semana. El portal de la iglesia se demolerá por completo y se sustituirá por otro con armadura de madera. También caerá la cubierta, la de uralita, y la estructura metálica, que se cambia por teja y madera. Se arreglarán también los revocos de las bóvedas y la carpintería de madera en el interior, además de la instalación eléctrica.