El Ayuntamiento y Ebro acuerdan la mejora de las balsas de la fábrica

Las balsas de decantación de la azucarera de La Bañeza no se ampliarán en superficie, según acordaron ayer representantes municipales y de Azucarera Ebro, pero sí se acometerá una adecuación de éstas como exigen la Confederación Hidrográfica del Duero y la Ley de Aguas, según explicó el alcalde de la ciudad, José Miguel Palazuelo, al término de la reunión. El alcalde señaló que la solución a la ampliación en superficie pasa por un «recrecido impermeable» de las que existen, y los responsables de la empresa -el director técnico de operaciones, Aniceto Martín, el director de calidad y medio ambiente, Manuel Martínez, y el director de la factoría, Elías Gamazo- concretaron estos trabajos en la consolidación de los taludes de las balsas y en su impermeabilización. Palazuelo dijo que las medidas que se van a adoptar evitarán que se produzcan accidentes con consecuencias para el medio ambiente, como el que podría darse en un hipotético caso de crecida del río Duerna. En lo que se refiere a los malos olores que, en especial en esta época del año, causan molestias a la población, el regidor apuntó que el Ayuntamiento y la empresa azucarera podrían unir esfuerzos para localizar el foco o los focos que los producen, para terminar con una situación «que se agrava cada año que pasa y saber con exactitud si existe peligro para la salud de las personas». Auditar La Bañeza El estudio que determine el origen de los hedores y otros aspecto relativos a estos es una olfatimetría de dispersión: «Cabe la posibilidad de que se elabore un estudio en conjunto, encargado por el Ayuntamiento y la azucarera a una auditora independiente, que nos facilite también una solución al problema. La azucarera sostiene que no es culpable de los olores, aunque nosotros no tenemos certeza de su origen y sí preocupación por el problema», expuso Palazuelo, que considera necesario que la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León se implique en el problema. El alcalde de La Bañeza quiere llegar más allá de las molestias que producen los olores y anunció que solicitará a la Junta de Castilla y León «una auditoría medioambiental completa, dentro de los programas específicos que se desarrollan en este sentido» e incluso apuntó la posibilidad de que la olfatimetría de dispersión que se llevará a cabo la efectúe el laboratorio regional de Burgos, que, según matizó, posee la tecnología adecuada para realizar el estudio. La auditoría incluirá, según el alcalde, todo tipo de vertidos y emisiones que se puedan producir en el término municipal. Junto al alcalde, estuvieron presentes en la reunión los concejales de Urbanismo, Felipe Alba, Hacienda, Tomás Gallego, y Medio Ambiente, Juan Gobantes.