A G. Palomero
TRATARÉ de contestar al «amigo» Guillermo Palomero que, en su amable opinión del pasado 18 me endosa un montón de calificativos, tales como manipulador, mezquino, frívolo, distorsionador y que padezco de una manía persecutoria hacia su persona. Todas estas acusaciones me parecen muy respetables, más aun cuando coinciden casi todas ellas con el lenguaje utilizado por ex ministros del anterior gobierno hacia todos aquellos que no opinaban como ellos. También es cierto que luego el tiempo, siempre inexorable, va poniendo a cada cual en su sitio. No sé si el presidente de la FOP es consciente de que su labor como personaje público está sujeto a críticas, acertadas o no, siempre discutibles, al igual que lo están mis opiniones en esta columna, cosa que como decía respeto, aunque generalmente no las comparta. Conozco al señor Palomero por sus obras, y me consta que es una de las personas que más sabe del oso pardo cantábrico; de ahí viene mi manía persecutoria (como él dice) hacía su persona, ya que sabiendo como el sabe que todas y cada una de las explotaciones a cielo abierto llevadas a cabo por MSP en el valle de Laciana afectan, en mayor o menor medida, al débil habitat del oso. Algunas al influir en zonas de paso (esporádico o no), otras afectan directamente a zonas de hibernación. Sea como fuere el habitat del oso pardo está deteriorado por tales explotaciones, y así lo confirman los informes al respecto firmados por reputados expertos tales como Pancho Purroy, Javier Naves, Alberto Fernández Gil y otros. Pienso que no será cuestión de discutir la veracidad de los mapas al respecto sobre las áreas críticas encargados, tanto por la Junta de Castilla y León, a alguno de los mencionados biólogos; como los de MSP llevados a cabo por AmbiNor, en los cuales se contemplan como afectan las citadas explotaciones, tanto al habitat del Oso pardo como al del urogallo. Es por esto por lo que creo que, por sentido común, afectan más cualquiera de estas aberraciones medioambientales que lleva a cabo MSP a la vida del oso, que los 344 lazos retirados por la guardería de la fundación sin menos preciar esto, y mucho menos a los sufridos guardas que me consta que llevan a cabo su labor enfrentándose muchas veces con la incomprensión de muchos. No quiero citar la incontable documentación que obra en mi poder, contraria a cualquiera de las explotaciones que se están llevando a cabo en Laciana, solamente diré que me parece muy significativo, y de ahí mis críticas al presidente de la FOP, que salga de su letargo (no invernal sino de años) y denuncie las aberraciones llevadas a cabo en Fonfría tal y como lo hace, tarde y mal. Pues, similares denuncias han sido realizadas por la Asociación Laciana para la Defensa de la Naturaleza, cuando comenzaron, un par de años atrás. Eso sí, sin el apoyo de la FOP. ¿O es que no tuvieron noticias en la Fundación de que tales desaguisados se estaban llevando a cabo? Por todo esto, mientras el señor Palomero presida la FOP y actue de cara a la galería más que en la defensa del entorno del oso pardo, para lo cual está cobrando subvenciones públicas, no tendré reparo en escribirlo. Y no piense, tal y como dice, que escribo desde la lejanía con una visión distorsionada de la realidad lacianiega, solamente que yo no ando entre burocracias, ni historias políticamente correctas. Al pan pan y al vino vino. Eso si, no quiero insultarle tal y como usted hace, ya le digo que utilizando el más rancio estilo Aceves, o cualquiera de los que se fueron. Solamente espero que cumpla con su deber que es defender al oso pardo y su habitat por encima de todo, cosa que yo pienso él no hace.