Diario de León

Un museo en la escalera

Las esculturas que el pedagogo y artista bañezano donó al Ayuntamiento de la ciudad no han encontrado una ubicación más adecuada y se muestran en la casa consistorial

El descansillo y otros espacios libres sirven de sala de exposiciones para la colección

El descansillo y otros espacios libres sirven de sala de exposiciones para la colección

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Alberto Domingo - a.d. | la bañezala bañeza
León

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La colección de esculturas en bronce que Antonio Paláu donó al Ayuntamiento de La Bañeza no causa sorpresa ni admiración entre el público quienes entran en la casa consistorial, menos aún entre quienes lo hacen con frecuencia, por trabajo u otros motivos. Pero lo cierto es que, cuando se proyecta abrir el primer museo público en la ciudad, el de la indumentaria -en la casa de doña Josefina, que por sí misma es un museo - o el del pan -en la antigua fábrica de harinas de Martín Toral-, el Ayuntamiento, sin que algunos hayan caído en la cuenta, dispone de un museo en la escalera y en el vestíbulo de la alcaldía. Se trata de once reproducciones en bronce de esculturas de este bañezano que fue pedagogo, artista y doctor en derecho. La mayoría de las reproducciones cedidas al Ayuntamiento abordan una temática femenina, como es el caso de Maternidad sentada , Maternidad de pie , Mujer leyendo un libro , Cabeza , Mujer y huella , Busto alto , o Niña grande sentada. Niño , Toro , Pareja con cesta y El Paso forman el resto de la colección. Precisamente por esta última, Paláu recibió el reconocimiento del Certamen Nacional de Escultura. Además de la donación de las esculturas, a principios del año 2002 una de ellas, Mujer leyendo un libro , fue reproducida a superior escala que las que se encuentran en la escalera de la casa consistorial y situada en la pequeña plaza que se forma por la confluencia de las calles de Emilio Alonso y Tejadillo. La colección municipal no muestra un solo estilo, aunque ya se haya indicado cierta unidad temática en la mayor parte de las esculturas, por lo que se supone que pertenecen a distintas épocas creativas. Alguna recuerda a las diosas de la fecundidad a las que adoraban las civilizaciones más antiguas, mientras que en otras los rasgos son realistas, pasando a aspectos figurativos en otras -caso de Mujer y huella - y formas redondeadas - Mujer leyendo un libro, por ejemplo -. Una colección transportable Las once esculturas de la colección del Ayuntamiento de La Bañeza se colocaron en las escaleras al no encontrarse un espacio donde exhibirlas de manera permanente. A este efecto se diseñaron unas peanas, construidas en madera, que sirvieran, además, para transportar la exposición, ya que la base sobre la que asientan las figuras es reversible, de manera que la peana hace las veces de embalaje si se vuelve esta cara. Sin embargo, esta utilidad exige que se atornillen las esculturas a la base, lo que no se realizó a pesar de que en la fundición se dotó a las piezas de los elementos precisos para la operación, recomendable también por motivos de seguridad. La muestra del Ayuntamiento está precedida de un cartel, el que se utilizó en 1993 para anunciar la tercera edición de la Semana de las Letras Bañezanas, dedicada al polifacético Paláu, y una breve biografía de su vida, así como reconocimientos que recibió de la ciudad, en concreto la dedicación de la calle en la que se encuentra el colegio San José de Calasanz. De la escultura a la lectura Un hecho que no recoge la biografía de Paláu, que se encuentra junto a la muestra de las escaleras, es su nominación a los Premios Príncipe de Asturias de 1996, en sus modalidades de Letras o Concordia. La nominación fue promovida por unanimidad del Pleno municipal, en 1995, y se justificaba en el currículum de Paláu, pero en especial el aspecto por el que quizá sea más conocido: la invención del método fotosilábico de enseñanza de lectura y escritura -las famosas cartillas de Paláu-. Para entonces, Antonio Paláu Fernández había recibido ya la Cruz de Alfonso X El Sabio, distinción otorgada el 4 de diciembre de 1992. Colecciones de Paláu como las de la escalera del Ayuntamiento se pueden ver, según fuentes municipales, en edificios públicos de Madrid y Asturias, aparte de en colecciones particulares.

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