El pueblo se vuelca y revive con él su primera misa que cantó el 31 de enero de 1954
El capuchino Anecto Agudo cumple sus 50 años de sacerdote
En la actualidad ejerce de párroco en una iglesia de Nueva Orleans, en Estados Unidos
El sacerdote capuchino Anecto Agudo, cuyo nombre religioso es Teodoro, celebró ayer en la iglesia de Villapadierna, su pueblo natal, los 50 años de sacerdocio. En la actualidad se encuentra ejerciendo su trabajo pastoral en Estados Unidos, concretamente en la parroquia de Santa Teresa de Avila en Nueva Orleans, desde donde se trasladó para regresar a su pueblo y celebrar estos cincuenta años dedicados al sacerdocio junto con sus familiares y los vecinos de su pueblo: Villapadierna. Anecto Agudo se ordenó sacerdote el 24 de enero de 1954 en Astorga y cantó su primera misa el 31 de enero de 1954 en Villapadierna. Mas de una veintena de fotos sobre el día que se ordenó sacerdote fueron expuestas en las escuelas de Villapadierna como un recuerdo a estos años de Anecto. La iglesia de Villapadierna se quedó pequeña para albergar a los cientos de personas que desearon estar con Anecto y su familia en este día tan especial, muchos de los cuales aún recordaban ese mes de enero frío donde el capuchino ofició su primera misa. Al finalizar el acto religioso se ofreció a la gente unos pinchos, aperitivos, vino y refrescos preparados por los miembros de la asociación cultural y deportiva de Villapadierna. Además el Ayuntamiento de Cubillas le entregó una plaza en recuerdo de este día tan especial para Anecto. Este capuchino estudió en el seminario menor en el Pardo en Madrid. Pasó su noviciado en Bilbao. Estudió Filosofía en Bilbao y Teología en León. Regresó de nuevo al Pardo ya como profesor y prefecto de estudios, aunque tuvo tiempo para obtener la licenciatura de humanidades en la Universidad Pontifícia de Salamanca. Pero su procedencia final iba a estar muy lejos de España y en 1967 fue destinado a Miami a trabajar con los cubanos que iban llegando a Estados Unidos como consecuencia de la revolución cubana de Fidel Castro. Dos años más tarde se traslada a Nueva Orleans a la parroquia de Santa Teresa de Avila que la archidiócesis había encomendado a los capuchinos. Desde 1971 ejerce como párroco en una iglesia mixta de anglos e hispanoamericanos. A pesar de la distancia Anecto mantiene vivo el recuerdo de su patria y de su pueblo natal, un recuerda que ha vuelto a revivir en estos días de instancia en Villapadierna.