La reducción afecta a las pernoctaciones registradas por los dos albergues municipales
Desciende con respecto al año pasado el número de peregrinos
La afluencia de caminantes en la ruta en el mes de junio es de un 80% menos que en 2003
Los scouts coordinan la base de acampada en los años Jacobeos
En año jacobeo la afluencia de peregrinos debería ser mayor que en otras fechas pero al contrario de lo que todo el mundo se esperaba el número de peregrinos que pernoctan en la ciudad es menor que en años anteriores, según indicó Juan Carlos Pérez, presidente de la asociación Amigos del Camino de Santiago, que atiende los albergues municipales de la ciudad. Según el cálculo que la asociación ha realizado en los últimos años de las pernoctaciones en dichos refugios, el número de peregrinos ha descendido del año pasado a este en el mes de junio, de 2.114 en 2003 a 1.648 en 2004. Igualmente, según indicó Pérez, la estadística de caminantes desde principios de este año iba creciendo pero cuando se supone que tendría que haber más peregrinos el número ha ido descendiendo, señaló. Los caminantes extranjeros también tienen un papel importante en el trazado. Antes procedían de Francia y Alemania casi exclusivamente salvo algún caso aislado. Sin embargo ahora llegan desde más lugares, según señaló Pérez. Éstos suelen realizar la Ruta Jacobea de enero a junio y de septiembre a diciembre; es en los meses veraniegos cuando los españoles se lanzan en masa a realizar el Camino, como indicó Pérez. Estas cifras sólo se refieren a los datos proporcionados sobre los albergues municipales. Base de acampada Los años jacobeos la Junta abre la base de acampada de la ciudad debido a la afluencia de peregrinos. Las instalaciones están dirigidas por los scouts de Castilla y León, concretamente de Palencia, Valladolid, León y Astorga. Los scouts de la ciudad son los encargados de coordinar la base, por ello siempre hay algún miembro del grupo en ella, como indicó Pedro Valle, uno de los voluntarios. Además del trabajo de hospitaleros, según indicó Valle, su cometido consiste en hablar con los peregrinos, informarlos y ayudarlos en todo para que tengan una buena estancia en la ciudad. «Se trata más bien del roce con la gente y del tú a tú que de un mero trabajo» indicó. Dicha base, situada junto al polideportivo, consta de duchas, servicios, cocina para los voluntarios, una oficina, un dormitorio, un botiquín, un comedor y 20 tiendas.