¡¡¡Lyda!!!

QUERIDO hermano: Demasiados actos, demasiados espectáculos para un solo fin de semana. Como los mejicanos, se nos vienen de a montón, y andamos con la lengua fuera por acudir a todos los sitios. Las ruedas de prensa y las presentaciones de actos se suceden. Y tal vez, para veranos sucesivos, si es que sigue este ritmo, habrá que ir pensando en la dosificación y en reparto para meses en blanco. Mientras el viernes escuchaba las voces de Marifé y Maríajosé en la Ergástula, repasaba la lápida de Lyda y volaba mi imaginación al viejo solar del hospicio donde remataba el foro romano. Por la mañana, Zapatero, Papes, anunciaba una inversión de casi mil millones de pesetas, que serán más - quiero decírtelo en pesetas - para construir el proyecto Lyda. En más de una ocasión te he escrito del mismo. Ha sido el empeño de Juanjo en estos últimos años para dotar a la ciudad de una infraestructura cultural acorde con la ciudad. Aunque tarde llegó la Autovía del Noroeste, nos metieron doblada la autopista de León con la aquiescencia de todos los partidos y nos dieron salidas para que los jóvenes astorganos pudieran marchar a trabajar a otros puntos; más facilidades para la despoblación. En una ocasión, sabes, desde el ministerio de Fomento habilitaron 300 millones de las desaparecidas pesetas para iniciar el Lyda. Te conté, entonces, las maniobras habidas para que en tal ministerio se paralizase la concesión y los de Arias Salgado, corroboraron si no oficialmente, sí de forma oficiosa, la orden. A la ciudad de Astorga ni agua mientras tuviese tal corporación. Y el proyecto Lyda se quedó a dormir el sueño de los justos; bueno más bien en el limbo, acaso en el purgatorio. Y en esto llega Zapatero haciendo de rey mago. Saca la chistera y comienza a repartir regalos por la provincia, aquellos que hace unos meses había prometido, para dejar claro que venía a cumplir su palabra empeñada, como si de un viejo maragato se tratara a la hora de cumplir en los esponsales de vieja raigambre. Fue desgranando proyectos, cantidades y fechas, tres puntos que habrá que ir anotando en la agenda. Aunque bien es cierto que algunas de las promesas quedaron en el sombrero, por lo que será cuestión de esperar un par de años, no más, y ver cómo y de qué manera se desarrollan los acontecimientos. En una carta de las de hace meses, te decía que esperaba de él un comportamiento similar al de aquella murga astorgana que a finales del XIX y principios del XX, arramblaba en Madrid cuanto podía para estas tierras. Desde entonces el eje occidental quedó clavado en la Vía de la Plata y nadie volvió a preocuparse de su agonía. Hasta Zapatero, que andaba por los pasillos de San Jerónimo, guardó un mutismo sospechoso cuando antes del Bimilenario de Astorga decidieron cerrar el ferrocarril del Oeste. No le tocó el viernes, por lo cual sigue en mi carpeta de reivindicaciones. Lo del Lyda -de esclava a reina- será más noticia a partir de septiembre cuando la ministra Trujillo venga a poner las puntualizaciones precisas, ver los detalles y estudiar las modificaciones que correspondan. Juanjo anda como rapaz con zapatos nuevos, y el estreno nos toca a todos los astorganos, pues ese proyecto hay que considerarlo como un revulsivo para la proyección cultural de la ciudad y motivo para la atracción de un turismo selecto que hasta ahora nos quedaba vedado. Lyda y la Casa de Panero tienen que ser las bases donde Astorga apoye su despliegue de cara a nuevas consecuciones. Sin olvidar, por ello, el Teatro Gullón, que sería la tercera pata del sentayín imprescindible. Se inicia una nueva era. ¿Caminamos hacia el 2010?