Un cazador pasa varias horas en el monte con un tiro en la rodilla

Todo el pueblo de Felechares de la Valdería se movilizó en la noche del sábado al domingo para localizar a Ricardo Tabuyo Lorenzo, vecino de esta localidad, que, horas antes de que se le echara en falta, había salido a cazar. El final feliz no fue esquivo a esta historia que, sin embrago, termina con Ricardo Tabuyo con una herida por disparo en la rodilla. Todo comienza pasadas las 18.30 horas del sábado, cuando Ricardo Tabuyo se dirige en su ciclomotor y su escopeta al área que forman Felechares, Pobladura y el zamorano pueblo de Ayoó. Hasta aquí, todo transcurre con normalidad. Pero, sobre las 23.00 horas, Francisca Vidales, compañera de Ricardo, se presenta en uno de los bares de pueblo alarmada porque su pareja, de 71 años y jubilado, no ha regresado aún a casa. Según declaraciones de los vecinos del pueblo, se montó entonces un dispositivo de búsqueda de unos cinco o seis grupos, que se comunicaban gracias a los teléfonos móviles, y que se repartieron las distintas zonas de caza para iniciar la búsqueda. Más tarde, efectivos de la Guardia Civil del puesto de La Bañeza se unieron al rastreo, una vez que se dio parte del suceso. Sobre la 1.35 del domingo, uno de los grupos encuentra el ciclomotor de Ricardo y, suponiendo que su vecino no podía estar demasiado lejos de éste, comienzan a gritar su nombre hasta dar con él en el paraje conocido como La Despedrada, «muy nervioso y con tres postas en la rodilla», según relata un miembro del grupo que dio con él, que prefirió mantenerse en el anonimato. «Dijo que le habían disparado», añadió este informador. Al parecer, Tabuyo se había apostado en un coto de caza, en una zona empantanada y a un kilómetro del camino, aproximadamente. Rastreadores, agentes de la Guardia Civil y la ambulancia del 112 llegaron a La Despedrada sobre las 2.30. Las postas habían afectado a los huesos de la rodilla y Tabuyo no podía caminar. Según distintos testimonios, el herido recibió un disparo realizado con una escopeta de caza desde unos quince metros de distancia, pero la vegetación en la que se escondía le impidió ver a su agresor, extremo que confirma Francisca Vidales. La mujer aseguró ayer que Tabuyo se encuentra hospitalizado a la espera de que baje la inflamación de su rodilla para que le puedan operar de las lesiones que sufrió. La Guardia Civil trata de averiguar si el disparo fue fortuito o se trata de una agresión.